Lejos de disquisiciones morales y ajenos al runrún que corría por el barrio desde hacía días, cientos de vecinos de Orriols acudieron ayer a la entrega de comida solo para españoles en paro que organizó en la calle L'Alqueria Cremà, junto al colegio público Miguel Hernández, la ONG Hogar Social Patriota María Luisa Navarro, vinculada al partido de extrema derecha España 2000. Los 150 lotes de comida y productos de primera necesidad, una tonelada, se acabaron en menos de una hora en un reparto que transcurrió sin incidentes, presidido por una bandera de España, una Senyera, el presidente y fundador del partido, José Luis Roberto, y la banda sonora de Braveheart.

La iniciativa dividió al barrio, con un 30 % de población inmigrante. Las entre 400 y 500 personas que ayer esperaban llevarse a casa uno de los lotes de comida estaban mayoritariamente de acuerdo con la iniciativa del partido de ultraderecha. «Nosotros vamos primero, a mí en Cáritas no me dan de comer porque se lo dan todo a los extranjeros», decía una mujer, apoyada por sus compañeros en la fila. También había personas que acudieron a la entrega de comida por pura necesidad. Cuando a Mari Carmen, vecina del barrio «de toda la vida», como dice, se le preguntaba si estaba de acuerdo con que la comida fuera solo para españoles, se encogía de hombros, resignada: «¿Qué voy a hacer? En mi casa no tengo ni un limón pocho».

El presidente de España 2000, José Luis Roberto, aseguró que el reparto no es «racista ni xenófobo». «De hecho, mucha de la gente que está hoy por ayer aquí es de etnia gitana», explicó. Roberto, que reconoció que en el barrio de Orriols es donde más porcentaje de votos consiguen «un 0,5 % del total», dice, esgrimió que «un centro hindú» cercano al lugar donde ayer se repartía comida, muy próximo al Ciutat de València, hace «lo mismo que ellos»: «Reparte comida solo para hindús». «Nosotros aquí estamos haciendo lo mismo que cada español en su casa: primero para su familia, luego para los vecinos», explicó Roberto. El presidente de España 2000 anunció que el próximo barrio donde van a llevar a cabo la iniciativa será la Fuensanta, pero no dio fechas.

«Volveremos»

Lo cierto es que el reparto de los 150 lotes hubo que llevar más desde Torrent al ver la cola que se había formado en la calle L'Alqueria Cremà se desarrolló con normalidad, sin incidentes. Roberto había explicado a sus voluntarios, antes de proceder a la entrega de alimentos, que había que pedir el DNI, «que lo tienen todos menos los marcianos», dijo, y la tarjeta del paro. «Debido a la afluencia de gente, sólo daremos una bolsa por familia, tenemos que estar pendientes de eso», comentó. Menos de una hora después de comenzar a repartir las bolsas con arroz, pasta, tomate, atún, galletas, leche y gel se habían terminado. Hubo quien, desde la cola, insultó a los organizadores al marcharse, sobre todo cuando Roberto dijo por megafonía que únicamente estaban dando «arroz y macarrones». «No nos queda más, pero volveremos», prometió.

El único incidente de mención sucedió al comienzo del acto, mientras Roberto realizaba un pequeño discurso. Un vecino de Orriols, Christian Sánchez, llamó «fascistas» a los organizadores. «En un barrio con tantísimos inmigrantes esto es una provocación», dijo. Entre los inmigrantes del barrio se extendió un sentimiento de miedo, ejemplificado ayer en algunos que se acercaron a preguntar a los organizadores por qué a ellos no les daban de comer. «Los nacionales primero», les respondían miembros de España 2000.