En 1701, el cabildo de la Catedral de Valencia y la Junta de la Cofradía de la Virgen decidieron que la imagen histórica de la Virgen de los Desamparados no saliera nunca del nicho de su camarín, excepto en ocasiones excepcionales. Este acuerdo, con el plácet del arzobispo de Valencia Antonio Folch de Cardona, fue elevado al rango de escritura pública ante el notario de Valencia Juan B. Queito el 7 de mayo de dicho año.

El motivo era que con tanta subida, bajada y salida, la venerable talla estaba deteriorándose, siempre sufría algún pequeño percance en las maniobras de desalojo y realojo y en los desfiles procesionales. Para sustituirla en la calle se hizo una primera Peregrina, tarea que el cabildo de la Catedral encargó al escultor alemán Conrado Rudolf, felizmente instalado y triunfando en Valencia, mientras dirigía la construcción de la puerta barroca o churrigueresca de la catedral, conocida por Puerta de los Hierros.

Él hizo la talla, pero con el rostro de la Virgen no se atrevió y fue buscado el escultor de Albocàsser Bartolomé Sales para que lograra un bello y apropiado semblante. La bellísima talla ardió en la hoguera iconoclasta del asalto y saqueo de la catedral, en cuyas dependencias estaba, el 21 de julio de 1936.

En 1945, se encomendó a Carmelo Vicent otra Peregrina, y su hijo Octavio Vicent hizo en 1966 la que actual actualmente es sacada en el traslado y procesión, así como en sus salidas a los pueblos.

Desde el siglo XVIII a esta parte, la talla original de la Virgen, en cumplimiento del acuerdo precitado, sólo ha salido de su Real Basílica en las siguientes ocasiones: -1706, 11 de octubre, con motivo de la proclamación del archiduque Carlos como rey de España

-1707, el domingo de la Trinidad, en acción de gracias por la victoria de las tropas borbónicas.

-1711, 6 de enero, en acción de gracias por la victoria de Felipe V. 1724, 25 febrero, por la proclamación del rey Luis I.

-1746, 20 de agosto, por la proclamación del rey Fernando VI. -1748, en rogativas solicitando que cesaran los terremotos que afectaron ese año a Valencia.

-1758, rogativas por la salud del rey Fernando VI.

-1760, 25 septiembre, celebrando la proclamación del rey Carlos III.

-1767, 10 de mayo, por el primer centenario de la inauguración de la Capilla de la Virgen.

-1808, 15 de abril, por el nuevo rey Fernando VII, y el 24 de noviembre impetrando la independencia de España del francés.

-1810, 19 marzo, al ser proclamada Generalísima de los Ejércitos Nacionales.

-1814, 13 de marzo, en impetración de la repatriación del rey Fernando VII.

-1823, 22 de septiembre, para que fuera elegido pronto nuevo Papa.

-1833, 21 noviembre, por la nueva reina Isabel II.

-1834, 28 de agosto, para que cesara la epidemia de cólera que asolaba Valencia.

-1843, 19 de agosto, agradeciendo la victoria del general Narváez.

-1844, 13 de marzo, pidiendo la repatriación de la Reina María Cristina.

-1854, 19 noviembre, por la terminación de la epidemia de cólera.

- 1865, 5 octubre, de nuevo en gratitud por haber cesado otra oleada de cólera.

-1867, mayo, fiestas del segundo centenario de la Real Capilla.

-1875, enero, fiestas por el nuevo rey Alfonso XII.

-1885, 17 julio, de nuevo pidiendo acabara otra ola de cólera.

-1923, con motivo de la coronación pontificia de su imagen histórica.

-1936, 21 de julio, para ser escondida en el Ayuntamiento.

-1941, 11 mayo, para ser re-coronada en la plaza de la Virgen.

-1948, 9 mayo, en el XXV aniversario de su primera coronación.

-1961, 13 de mayo, en su proclamación por el papa Juan XXIII como Patrona Principal de la Región Valenciana.

Se observará que su salida de la Real Capilla fue siempre en razón de celebraciones de acontecimientos políticos proclamación de reyes sobre todo o en petición de que cesaran las epidemias.

La salida de la imagen histórica de la Virgen en esta ocasión, impulsada y ordenada por el arzobispo Carlos Osoro Sierra, tras haber sido acertada y eficazmente restaurada, se debe a motivos estrictamente religiosos, para nada políticos, con motivo de la clausura de la Misión Magnificat, una campaña de predicaciones cuaresmales desarrollada en toda la diócesis. No hay que olvidar que el origen remoto de nuestra Mare de Déu dels Desamparats lo encontramos precisamente en un sermón de Cuaresma, pronunciado por el mercedario P. Gilabert Jofré durante el 24 de febrero del año 1409.