Santiago Ballester Casabuena, director comercial de la empresa Autoval, es el nuevo presidente de Convento Jerusalén-Matemático Marzal. Se considera vinculado a la comisión «de toda la vida, sobre todo si se tiene en cuenta que uno de mis hermanos incluso fue bautizado en el casal. A partir de 2004, que mi hija fue fallera mayor infantil me enganché más aún y hace cuatro años pasé a llevar la responsabilidad económica». Su último nombramiento fue el de vicepresidente primero.
Usted había dejado claro que se postulaba como presidente. Pero no ha hecho falta votar...
Creo que la transición se ha hecho muy bien, sin prisas y sin votar, algo que creo que habría sido un trauma. El relevo tenía que llegar tarde o temprano. La situación personal y de salud de Jesús llevaba a ello. De hecho, dos meses antes de las últimas fallas ya quiso dimitir y yo le paré.
Más allá del cambio de persona, resulta evidente que esto es un relevo generacional
Y creo que es algo que se venía reclamando, además de que es pura ley de vida. Decimos en la comisión, que ahora entran "los jóvenes". Pero esos a los que llaman y nos llamamos jóvenes estamos ya por los 50 años.
¿Tiene claro que una parte de la comisión puede mirar su nombramiento con recelo?
Eso es inevitable. Pido tiempo para demostrar que el cambio se puede llevar a efecto. Sobre todo, porque lo que no voy a hacer es dejar de respetar los principios de Convento. Sabemos lo que es esta comisión, su estatus, su punto de glamour, su respeto por el monumento fallero? no se puede perder ese norte y no se va a perder porque los que entremos lo hemos vivido desde el primer día.
Con todos sus estereotipos, Convento es, con diferencia, la comisión de Especial que más falleros tiene. ¿Es que en Valencia hay mucho glamour o es que hay una realidad diferente?
La realidad es que en Convento hay gente de todo tipo. Está claro que hay determinada gente especialmente pudiente, pero en esta comisión hay un precepto fundamental: de puertas hacia adentro del casal, todos son iguales. Si no fuera así, estaríamos en permanente conflicto.
En las últimas semanas se ha podido leer una radiografía especialmente dura: Deja entrever que Convento campa a sus anchas...
Convento Jerusalén tiene un montaje muy grande porque es una falla muy grande. No tenemos nada que no esté aprobado por el ayuntamiento. No tenemos licencias privilegiadas. Por contra, sí que puedo decir que, entendiendo lo que supone nuestra carpa, la montamos el día 13, cuando podríamos montarla el 6 o el 7, pero entendemos que no es necesario y que hacemos un favor a la ciudad si retrasamos su instalación.
¿Tiene claro que las expresiones chistosas de Jesús Barrachina, en boca de otro pueden sonar como una «patada en la boca»?
¡Sin duda! Cada uno tiene una personalidad y la de Jesús es única e inimitable.
