El estudio de viabilidad de la prolongación del túnel de Serrería fue uno de los pocos compromisos que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, consiguió arrancar al presidente de Adif, Gonzalo Ferre, y al secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, durante la visita que éstos realizaron a Valencia a finales del mes de febrero. Aunque el tema más mediático en aquel momento era la licitación de las primeras obras del Parque Central, la alcaldesa se llevó a ambos dirigentes de Fomento al túnel de Serrería, concretamente a la salida del mismo junto al cauce, para que vieran directamente la importancia que tiene la prolongación de ese túnel. Además de ser una alternativa viable para el AVE, desbloquea la salida de la ciudad al mar por el antiguo cauce. Allí pudieron ver cómo el puente ferroviario impide que la ciudad pueda seguir creciendo más allá de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Y allí pudieron ver que esa obra es mucho más que una solución ferroviaria.