La Capitanía Marítima de Valencia impondrá una «seria» sanción al buque que ha provocado el vertido frente al puerto y las playas del sur de la capital y le obligará a pagar también los gastos derivados de la recogida del fuel. Así lo anunció ayer la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, quien ayer por la mañana, junto a la alcaldesa Rita Barberá, daba por resuelto el problema pese a que los servicios de limpieza siguieron recogiendo chapapote durante todo el día y continuarán a primera hora de hoy.

El buque en cuestión llegó al puerto de Valencia el martes por la tarde con una «avería» que provocó, según fuentes de la Delegación del Gobierno, un «reguero» de dos kilómetros de largo por tres metros de ancho desde la zona de fondeo hasta el muelle de atraque. Ese vertido, que según se confirmó ayer, es mayoritariamente fuel algo diluido, se controló en el interior del puerto, pero el viento repartió el reguero por todo el litoral, afectando primero a la playa de El saler y en menor medida a las colindantes.

Eso obligó a poner en marcha el denominado Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina, que supuso el despliegue de tres barcos de limpieza, un avión de rastreo para detectar las manchas y otros servicios anexos como el del Seprona de la Guardia Civil o los equipos de limpieza municipales.

Pues bien, todo ese dispositivo tendrá que pagarlo la compañía propietaria del buque, en principio depositando un aval por una cantidad cercana a lo que puede costar finalmente el operativo.

Además, Paula Sánchez de León anunció que se impondrá una sanción, que Rita Barberá calificó de «seria», una vez que se analicen las causas del vertido, la cuantía del mismo y las consecuencias que ha tenido para el litoral.

De todas formas, tanto la delegada del Gobierno como la alcaldesa quisieron minimizar el problema. Paula Sánchez de León aseguró que a medio día de ayer se había levantado el Plan Nacional de Contingencias por Contaminación Marina y sólo se había dejado un servicio de vigilancia para controlar «una pequeña mancha». «No ha sido grave y ya se puede hablar de absoluta tranquilidad», dijo. «Esto ha sido una avería y hay que tomarlo con normalidad», añadió Rita Barberá, quien explicó que a primera hora de la mañana ya se habían limpiado las playas.

La realidad, sin embargo, es que el chapapote sigue llegando a la arena y que los servicios de limpieza 22 personas y 5 vehículos siguen trabajando en El Saler. Ayer pararon a las 20 horas y seguirán hoy.