¿Quieres probar la comida de los astronautas? ¿Sabes cómo se hace un yogur? ¿Has visto alguna vez los restos de un meteorito? ¿Por qué no estalla un globo con agua si lo ponemos encima de una vela? Todas estas preguntas y muchas más lograron abrir ayer los ojos como platos de los más de 4.500 niños que con sus padres disfrutaron de la sexta edición de Expociencia. Una feria en la que la Universitat de València (UV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) abren las puertas de los centros de investigación y empresas del Parc Científic de la UV en Paterna con el fin de despertar vocaciones científicas entre los más pequeños y dar a conocer este complejo académico-empresarial destinado a la investigación, a la transferencia de conocimiento y a la innovación.

Una feria en que no sólo los niños disfrutan con juegos didácticos de realidad aumentada de la empresa Zientia en los que pueden combinar elementos de la tabla periódica para formular compuestos, sino que también es posible hacerse una foto a escala real como si se estuviera dentro del Gran Acelerador de Hadrones, el LHC, de Ginebra en el que se ha descubierto recientemente el bosón de Higgs y en el que participan científicos del Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de Valencia, un centro mixto de la UV y el CSIC. Este «photocall» científico fue de lo más solicitado ayer junto a los aceleradores de partículas «caseros» construidos con imanes que aceleran bolas de hierro con el fin de simular las colisiones de partículas.

También sorprendente es la maqueta del experimento ATLAS, un detector de partículas más grande que la catedral de Valencia enterrado a 100 metros de profundidad en el LHC, confeccionado con 10.000 piezas de Lego. Precisamente, aprovechando que el Gran Acelerador está parado para preparar un nuevo ciclo, los niños pudieron a través de una conferencia conversar en directo con dos científicos valencianos, José Enrique García y Carlos Escobar, desde la misma caverna del ATLAS, un experimento que cuenta con una importante contribución valenciana.

En el edificio del IFIC también ha despertado gran curiosidad la posibilidad de ver partículas elementales como partículas alfa, electrones y muones a través de los trazos que dejan en una cámara de difusión de niebla.

Sorprendente también es el monitor «mágico» de ordenador del Institut de Ciència dels Materials de la UV (Icmuv) en el que todo el mundo ve un fondo blanco, salvo quien disponga de unas gafas polarizadas que sustituyen el filtro analizador eliminado de la pantalla y podrá así ver todo su contenido sin problemas.

Gracias al taller didáctico montado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), los niños pueden ver a través del microscopio las bacterias Lactobacillus bulgaricus y Estreptococo thermophilus responsables de la fermentación de la leche que crea los yogures. Hasta 40 litros de yogur se repartieron ayer. Además, conocieron también cómo se hace la fruta liofilizada que comen los astronautas en el espacio.

Expociencia es posible gracias a que más de 200 investigadores, personal técnico y administrativo de las empresas e institutos del Parc Científic dedican toda una mañana del sábado a divulgar su trabajo sin cobrar un euro. Todo por amor a la ciencia.