Más de 25.000 personas acudieron ayer la Trobada d'Escoles en Valencià que organizó en Ciutat Vella Escola Valenciana. La entidad calificó el encuentro como «una victoria» tras haber conseguido celebrar, por vez primera, la «trobada» en el céntrico barrio de Ciutat Vella, a la sombra de las Torres de Quart. Escola Valenciana se felicitó de que «por fin la voz de la escuela en valenciano ha invadido» el centro de la ciudad.

Miles de personas, entre ellas miles de menores, se acercaron a una de las Trobades más importantes del año, la que se celebra en la capital, llena este año de significado por celebrarse en pleno corazón de la ciudad. En otras ocasiones, Escola Valenciana había llevado el acto a Benicalap, Benimaclet o las pedanías del norte, entre otros puntos, pero nunca al centro de la ciudad. Miles de familias no dejaron pasar la oportunidad y se acercaron a un acto reivindicativo y lúdico que estuvo protagonizado por talleres y actividades variadas para los más pequeños cuya principal motivación era visualizar el valenciano, en un distrito en el que, según datos del Anuario Estadístico de la Ciudad de Valencia, poco más de un 12 % de los niños decide estudiar en lengua vernácula.

En cualquier caso, hasta 50 centros de distintos puntos de la ciudad participaron en la jornada, que se celebró en el tramo de la calle Guillem de Castro que va desde las Torres de Quart hasta la calle Corona y que llenó de valenciano el centro de la urbe. Talleres de manualidades, pintacaras, clases de música o de dibujo y actuaciones musicales protagonizaron un día reivindicativo al que se apuntaron, incluso, alguna de las fallas de la zona, como Na Jordana. Además, el buen tiempo acompañó y los participantes pudieron comer al aire libre.

El día comenzó con un pasacalle desde las Torres de Serranos hasta la de Quart y que incluyó una parada reivindicativa ante el Palau de la Generalitat, en cuya puerta los participantes depositaron sandalias recortadas para protestar contra la retirada de líneas en valencianos anunciada en abril de este año por el Consell. La elección de las sandalias no es baladí. Recuerda, según Escola, a la rueda de prensa que el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, dio en Irak en 2008 y en la que le fue lanzada un zapato, lo que en la cultura árabe es un símbolo de desprecio.

El presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, destacó ayer que la marcha tuvo lugar porque desde la organización han creído que tras las decisiones «políticas» del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la consellera de Educación, María José Català, «de cerrar escuelas públicas en lengua valenciana, de suprimir unidades educativas en valenciano y de atacar a la escuela pública, de calidad y en valenciano era importante reconvertir el pasacalle de la Trobada en una manifestación». Esta marcha ha discurrido en un claro ambiente festivo y lleno de música. La jornada incluyó actuaciones de la Coraleta del Micalet y Marcel el Marcià a la Mediterránea. El broche de oro lo puso Pep Gimeno «Botifarra».

También se recordó a Jaume Sastre, el docente de las Islas Baleares que lleva más de 20 días en huelga de hambre por «los ataques a la enseñanza en nuestra lengua por parte del Gobierno balear», según explicó el presidente de Escola Valenciana.