Representantes de la Plataforma Benicalap, contraria a la construcción en la avenida Ecuador de un centro social para personas convalecientes sin recursos y familias en riesgo de exclusión por la degradación del barrio que, a su juicio, traerá, se reunieron ayer con los responsables de Casa Caridad en su sede del Paseo de la Petxina. La reunión se produjo a instancias de la institución benéfica, que llevaba varios días intentando cerrar el encuentro, y tuvo carácter «informativo», explicaron fuentes de Casa Caridad.
Los vecinos se comprometieron a trasladar al resto de miembros de la recién creada plataforma la información facilitada por la institución, pero más allá de eso no hubo acuerdo. De momento, «todo sigue igual». Es decir, los vecinos siguen concentrados y haciendo turnos en el solar donde a principios de mes se empezó a construir el centro para evitar que se retomen las obras, paralizadas desde hace más de una semana, y Casa Caridad no tiene previsto que las máquinas vuelvan a trabajar teniendo de frente a este grupo de vecinos.
Fuentes de Casa Caridad apuntaron que la reunión transcurrió con normalidad. «Queríamos enseñarles el centro para que vean lo que hacemos aquí y quitarles la sensación de inseguridad que puedan tener» en relación al nuevo centro de Benicalap.
Los responsables de Casa Caridad insistieron en que todos los servicios que se ofrezcan en el multicentro de Benicalap desde el comedor social, hasta el albergue para familias y convalecientes, la escuela infantil y los talleres formativos estarán dirigidos a personas que estén en el albergue. Uno de los temores de los vecinos, que Casa Caridad ha desmentido por activa y pasiva, es que el centro vaya a repartir metadona o tratar a toxicómanos.
Por su parte la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, volvió a salir ayer en defensa de la Asociación de Vecinos de Benicalap, cuyo presidente, Josep Bellver, asegura estar siendo objeto de una campaña de acoso y difamación por parte de los vecinos contrarios al centro asistencial, que le culpan de ser complice de la construcción del mismo.
Para Broseta, que ayer presentó la Semana Ciudadana, el problema con el multicentro de Casa Caridad, una institución centenaria volcada en la atención a personas sin recursos y en llegar adonde no lo hacen los servicios públicos, ha sido «la falta de información». Broseta destacó que «quien debía haberla dado, que son el ayuntamiento y Casa Caridad no la ha dado». «Si hubieran hablado claro se habría evitado la reacción de estos vecinos», apuntó la dirigente vecinal.
Broseta censuró el comportamiento de este grupo de vecinos y lamentó los insultos recibidos por sus compañeros de la Asociación de Vecinos de Benicalap, a los que ayer la federación volvió a dar su apoyo. A juicio de Broseta, todo esto lo promueven diez o doce personas que llevan a más gente para insultar a los vecinos».
