La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, se resiste a claudicar y adaptar el plan del Cabanyal a la orden ministerial que lo declaró expolio. La modificacion presentada ayer como un «acuerdo político» ha sido interpretada por algunos sectores como una huida hacia adelante ante la inminencia de una nueva sentencia judicial que supondrá otro varapalo para el plan urbanístico. El Supremo tiene visto para sentencia desde la semana pasada el recurso que el Ayuntamiento y la Generalitat presentaron contra la resolución de la Audiencia que validaba la orden ministerial de 2009. Barberá anunció ayer que con el principio de acuerdo con Cultura el ayuntamiento desiste en el citado recurso.

Barberá se mostraba ayer «moderadamente contenta» por el preacuerdo con el ministerio, que «llega después de muchos meses de negociación» y que, dijo, tiene atado con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

«Creo que es un éxito, porque en política cuando se dialoga no es para imponer sino para llegar a acuerdos», recalcó. «Hemos hecho lo que nos pedían», apuntó la alcaldesa, «adaptarnos, pero manteniendo lo fundamental que era la prolongación». h. g.