La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pidió ayer al secretario del ayuntamiento que recopilara todas las intervenciones del concejal socialista Pedro M. Sánchez sobre Emarsa por si fueran motivo de una denuncia judicial. Lo hizo después de que el edil interpelara a la alcaldesa sobre el «saqueo» de la empresa pública y exigiera responsabilidades políticas por ello, algo que en reiteradas ocasiones ha descartado el equipo de Gobierno municipal.

Todo parte de unas declaraciones de Rita Barberá realizadas después de que el juez instructor dejara fuera del procesamiento a los dirigentes municipales. La alcaldesa exigió a los socialistas que pidieran perdón por todas las acusaciones.

Ayer, lejos de hacerle caso, el concejal socialista Pedro M. Sánchez le preguntó por qué debía pedirle perdón, «¿por los 23 millones que han desaparecido o porque todos los dirigentes implicados son miembros del Partido Popular de la ciudad de Valencia?». «Aquí quien debería pedir perdón a los saqueados es usted», le dijo Sánchez,.

En su respuesta, el vicealcalde Alfonso Grau negó que el ayuntamiento tuviera ninguna responsabilidad en Emarsa y de la alcaldesa llegó a decir que «tiene la misma relación con este caso que usted con los ERE de Andalucía». Es más, aseguró que no se querellaba contra él «por no darle más importancia de la que tiene», lo que Sánchez interpretó como una amenaza y un insulto, generando una bronca que se saldó precisamente con un intento de amedrentar al concejal socialista. Y es que la alcaldesa zanjó el debate pidiendo al secretario sus intervenciones para estudiar una posible demanda judicial.

Financiación para la EMT

Más amable fue el debate sobre la financiación de la EMT pues después de acusar al equipo de Gobierno de permitir la marginación frente a Madrid o Barcelona, la oposición aceptó una moción alternativa del concejal Alberto Mendoza en la que todos los grupos se comprometen a apoyar una negociación con Madrid para conseguir fondos extras.

Antes del debate intervino un portavoz del Comité de Empresa de la EMT que al no poder hablar como tal, lo hizo como si fuera el colectivo Amics de la Malva.