«Después de haber meditado durante tiempo suficiente sobre el significado de mi pertenencia a la fe católica, no encuentro pretexto alguno para mantenerme dentro de la Iglesia, por lo que mi voluntad entra en contradicción con la adscripción a esta institución, sobretodo porque he abortado y apoyo de forma incondicional una vida sexual y reproductiva en libertad en la que las mujeres puedan decidir». Con este argumento exigieron ayer las defensoras del aborto ser declaradas apóstatas a todos los efectos. Las solicitantes pidieron que quede reflejado en el Libro de Bautismos y en cualquier registro eclesiástico. p. g. b. valencia