Valencia se lanzó ayer a pedalear. Benimaclet y Ciutat Vella acogieron sendas marchas ciclistas en contra del cambio climático y para celebrar el Día Europeo Sin Coches. Unas 200 personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento para sumarse a la Marcha Global por el Clima y pedir acciones para frenar el cambio climático y en favor del uso de energías renovables.

Previamente a esta concentración, se realizó una marcha ciclista, con motivo del Día Europeo Sin Coches, pero que, según el portavoz de la Asociación por el Medio Ambiente (AMA), Héctor García, está muy vinculada con el cambio climático, pues la bicicleta es «una herramienta fácil y sencilla que puede ayudarnos a reducir la dependencia del petróleo».

Benimaclet también albergó una marcha ciclista. Como es habitual en este barrio del norte de la ciudad, el acto sirvió, además de para celebrar el Día Europeo Sin Coches, para reivindicar las calles con preferencia para ciclistas que la asociación de vecinos del barrio pide desde hace varios años. El acto contó con la presencia de madres y padres de alumnos del colegio municipal de Benimaclet y demás miembros de la Taula per l'Ensenyament Públic, que participaron en protesta por la situación actual de matriculación en los colegios públicos del barrio.

Ello llegó el mismo día en que un estudio del Grupo de Investigación de Ingeniería de Carreteras (GIIC) de la Universitat Politècnica de València (UPV) desveló que el 71 % de los conflictos en los carriles bici los provocan los peatones mientras que los vehículos a motor participan en el 18 %. El estudio determina que los carriles bici con un ancho inferior a 1,7 metros y delimitados por setos o vallas dificultan el cruce de bicicletas, mientras que los que no están delimitados son propensos a ser invadidos por los peatones.