Un sofá hecho a partir de un bidón; una lampara a base de perchas; o un colgador que emula la cabeza de un reno, realizado con un teléfono y manillares de una bicicleta. La imaginación es una arma poderosa que pocas veces aprovecha el ser humano. Pero con un poco de ingenio y materiales procedentes de residuos, se puede construir todo tipo de objetos útiles para la vida cotidiana e incluso crear obras de arte. «Rehogar. Diseño abierto y reutilización» muestra todas estas ideas desde ayer en el Jardí Botànic de la Universitat de València, que acogió la inauguración de la sexta edición de esta iniciativa. Se trata de una exposición colectiva de diseño en la que se muestra cómo los trastos viejos pueden reconvertirse en piezas de mobiliario o iluminación, entre otros usos.

«Todos los años realizamos una convocatoria abierta, en la que participan desde estudiantes a aficionados. Muchas veces lo interesante no es el resultado final, sino el punto de partida para crear estas piezas. Por eso este año queremos poner énfasis en el proceso de transformación de los materiales, de los residuos utilizados, y ver cómo se han convertido en otro objeto, cuál ha sido el proceso. Las obras disponen de audiovisuales para entender este proceso», explicaba ayer a este periódico Mireia Juan, miembro del colectivo «Makea tu vida», coorganizadora de la muestra junto a la Universitat de València.

Para la sexta edición se han seleccionado 33 proyectos procedentes de todas las partes del estado español, pero también de países como Inglaterra, Francia o Costa Rica. Todos los proyectos se pueden consultar, junto a otras ideas similares, en la web el-recetario.net, con una guía de cómo construirlos uno mismo.

La exposición propone ideas prácticas, sostenibles y respetuosas con el medio ambiente mediante el diseño. Lámparas a partir de la recuperación de perchas, o bien creadas a partir de residuos plásticos que se fabrican usando los principios de las máquinas de algodón de azúcar; puertas de armario convertidas en mesa; mesas realizadas a su vez a partir de viejos bidones de gasóleo o zapatillas de plástico reciclado son algunas de las más de treinta propuestas de creadores internacionales.

La muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 11 de enero, es ya, en esta su sexta edición, todo un referente en terreno de la reutilización de los residuos como materia prima de nuevos objetos y no solo eso, sino que en esta ocasión «pretende educar y ganar prosélitos a la causa de la sostenibilidad a través del diseño», ya que junto con las piezas se presenta al público las herramientas y los procesos para llegar a esos diseños originales y respetuosos con el medio ambiente. Rehogar es una muestra que alberga un contenido heterogéneo, que abarca desde propuestas de mobiliario e iluminación, hasta proyectos que dejan volar la imaginación desarrollando máquinas que exploran procesos de transformación de baja intensidad y alto impacto.