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Escuelas de Artesanos

Donde Sorolla aprendió a dibujar

El centro concertado de Russafa guarda los trabajos escolares del pintor valenciano más universal

ARTES y oficios desde hace casi un siglo y medio.Alumno de uno de los ciclos de Formación Profesional de las Escuelas de Artesanos aprendiendo a cortar con una radial en los talleres de este centro educativo de Russafa. Estudiantes de Bachillerato Artístico en la Sala de Pintura de las Escuelas. f reportaje gráfico de germán caballero

«Toda mi obra literaria la daría con gusto a cambio de una obra tan grande, tan noble, como las Escuelas de Artesanos». Con esta dedicatoria estampó su rúbrica el 22 de octubre de 1913 el dramaturgo Jacinto Benavente, el segundo de los cinco Nobel de las letras españolas, en el libro de firmas del colegio privado, concertado y laico de la avenida del Reino de Valencia que dentro de cuatro años cumplirá un siglo y medio de vida.

Tras casi 150 años el libro de visitas de las Escuelas es todo un volumen de historia. Ahí están, de su puño y letra, las firmas de los principales protagonistas del devenir reciente de España: desde reyes, como Amadeo de Saboya, hasta tres de los cinco presidentes de la I República „ Francisco Pi y Margall (1881), Emilio Castelar (1887) y Nicolás Salmerón (1894), e incluso jefes de Gobierno como José Canalejas (1910), Alejandro Lerroux (1922) y el valenciano Ricardo Samper (1934), o el autor del Tenorio, José Zorrilla (1878), y el filósofo Miguel de Unamuno (1919).

Y es que la visita a las Escuelas de Artesanos era una cita obligada para todos los personajes ilustres que pasaban por la ciudad. Desde 1868, y hasta que fue derribada un siglo después, en su primera sede de la calle las Barcas y desde 1928 en la entonces avenida Victoria Eugenia, hoy Reino de Valencia, que abría el segundo ensanche con el que la urbe engullía Russafa.

Fundadas el 11 de febrero de 1868 por una junta de prohombres de la burguesía local, con los liberales Eduardo Pérez Puchol „ rector de la Universitat de València (1868-1873) y el matemático Daniel Balaciart a la cabeza, nacen con el objetivo de «...dar o fomentar gratuitamente la enseñanza práctica de las Artes y Oficios, y la instrucción moral e intelectual entre las clases obreras, a fin de que alcancen éstas el mayor grado posible de perfeccionamiento y educación en beneficio de su bienestar, por lo que ha venido ostentando el lema de moralizar instruyendo».

Pioneros de la FP en España

Muchos consideran a las Escuelas de Artesanos de Valencia como las pionera de la Formación Profesional en España. A lo largo de sus 146 años de enseñanza han formado a más de 200.000 valencianos. Sus alumnos más destacados quedan para la historia en el callejero de Valencia y otros municipios: el periodista Félix Azzati, los pintores José Segrelles, Cecilio Plá, Enrique García Carrilero, Amadeo Roca, el escultor Silvestre de Edeta... Pero, por encima de todos ellos, sobresale el nombre de Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923)

Con tan sólo 13 años, el que iba a ser el pintor valenciano más universal, ingresó en las clases nocturnas de la Escuela de Artesanos. Durante tres cursos aprendió los fundamentos del dibujo de la mano del profesor Cayetano Capuz. La destreza demostrada por el futuro genio de la luz en sus pasos iniciales le reportó el que quizás sea el primer premio que logró: una caja de colores con la que la Junta de las Escuelas quiso premiar «su constante aplicación en el dibujo de figura, para que en todo tiempo le sirva de público testimonio».

El centro guarda como paño en oro los trabajos finales de curso de Sorolla. Se trata de cuatro dibujos a lápiz y carbón. Son copias de láminas o de ilustraciones de revistas, como el «Estudio de pies» o «Pareja de árabes», y una reproducción del grabado «Retrato del Rey de Roma» del Louvre de París en el que el pintor neoclásico francés Pierre Paul Proud'hon celebra el nacimiento de Napoleón II, el hijo que Bonaparte tuvo con la emperatriz María Luisa de Austria, así como una versión libre de la «Inmaculada» que Murillo pintó para el altar de la iglesia del Hospital de los Venerables de Sevilla. A estos tesoros se suma la obra «Ramillete de mandarinas», pintada en Alzira en 1904, que el hijo del artista donó al centro en 1934 en señal de gratitud.

En legado de Sorolla está más vivo que nunca en las Escuelas, que este curso han puesto en marcha un taller didáctico para que sus alumnos de 11 a 14 años „ de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de ESO„ conozcan que entre 1876 y 1879 el afamado pintor fue un colegial de Artesanos como ellos. El proyecto es obra de Esther Mateo, profesora de la potente oferta de Enseñanzas Artísticas no regladas (Dibujo Artístico, Pintura, Grabado, Cómic e Ilustración y Plástica infantil) que imparte este centro.

El taller de Sorolla incluye un Trivial de preguntas sobre la vida y obra del pintor, un juego de emparejar cartas para estimular la memoria en el que junto a las cinco obras de Sorolla que guardan las Escuelas se reproduce el célebre «Paseo a orillas del mar» en el que retrató en 1909 a su mujer, Clotilde, junto a su hija mayor, María Clotilde, caminando al atardecer por la playa. Además, los escolares también pueden jugar con grandes puzles de las obras que el artista pintó cuando tenía su misma edad.

Pero las Escuelas de Artesanos son mucho más que el colegio de Sorolla, regidas por una fundación con el mismo nombre que en 2007 recogió el testigo de la antigua junta decimonónica, cuenta hoy en día con más de 900 alumnos desde Infantil hasta Bachillerato y FP. Pertenecen a la Red de Centros Plurilingües que ya ha incluido en sus programas de enseñanza, todos ellos en castellano, el inglés como lengua vehicular en Educación Física, Tecnología y Plástica.

Tiene concertadas una línea en Infantil y Primaria, dos de ESO, cuatro Bachilleratos „dos Artísticos, uno de Humanidades y otro Científico-Tecnológico„, y 9 Ciclos Formativos de FP, cinco de Grado Medio (Sistemas microinformáticos y redes; Instalaciones eléctricas y automáticas; Electromecánica de automóviles; Cuidados auxiliares de enfermería; y Gestión administrativa) y cuatro superiores (Gestión comercial; Mecatrónica industrial; Sistemas electrotécnicos y automatizados; y Guía de información turística).

Tres de estos ciclos, con la previsión de que sean ya los 9 el próximo curso, se imparten en la nueva modalidad de FP Dual inspirada en Alemania, donde la mitad de la formación son prácticas en empresas. Además, también ha puesto en marcha el primer curso de un ciclo de Mantenimiento de vehículos de la FP Básica prevista en la Lomce para alumnos que no prosperan en ESO.

Atención a la diversidad

Escuelas de Artesanos, según explica su director, Antonio Vime, mantiene el objetivo fundacional «de favorecer la igualdad de oportunidades, compensando las posibles carencias de los alumnos debidas a factores económicos o sociales». Esta vocación social, añade, «se manifiesta hoy en la atención a la diversidad». Así, a través del contrato programa con la conselleria desarrolla actividades de apoyo a escolares de compensatoria, con dificultades de aprendizaje o al alumnado extranjero.

Un tercio del alumnado de Primaria y ESO de Artesanos es inmigrante. Para ellos Cruz Roja ofrece en el centro clases de repaso por la tarde. La atención a la diversidad se completa con un gabinete psicopedagógico asociado compuesto por tres psicólogos que presta apoyo específico a los escolares de Primaria y ESO que lo requieren.

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