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Movimientos constantes

Los técnicos miden los temblores en Bienestar Social durante siete horas

Miembros de la Universitat Politècnica inspeccionan el aparcamiento y mañana contrastarán los datos

Los técnicos miden los temblores en Bienestar Social durante siete horas

Dos investigadores del Centro de Tecnologías Físicas dependiente del departamento de Física Aplicada de la Universitat Politècnica de València estuvieron ayer durante siete horas recogiendo datos y analizando los temblores en el edificio de Bienestar Social y el Servef de la avenida Barón de Cárcer. Además, se reunieron con los bomberos e inspeccionaron el aparcamiento subterráneo de la misma calle y las plazas colindantes.

Según explicó José María Bravo, uno de los investigadores que realiza el análisis, empezaron las mediciones a las nueve de la mañana y finalizaron a las 15 horas. Bravo aseguró que percibieron vibraciones durante la mañana, aunque no quiso adelantar ningún diagnóstico hasta evaluar la información obtenida gracias a los acelerómetros que utilizaron para conseguir los datos. «Esta es una zona donde hay mucho tráfico, pero es cierto que existe una situación anómala desde hace varias semanas», explicó.

Mañana, los dos técnicos regresarán a los mismos despachos para volver a realizar las mismas pruebas sin empleados trabajando y sin tráfico. Se trata de una prueba de contraste que les permitirá descartar que los movimientos los producen los ascensores o el propio ajetreo de los trabajadores. Bravo explicó que están teniendo en cuenta los temblores en otros edificios y que comparten información con los bomberos.

Una vez finalizadas las pruebas, el equipo de la Universitat Politècnica realizará un informe sobre los temblores para la Conselleria de Bienestar Social, entidad pública que les ha contratado. De momento, ninguna administración está analizando los movimientos y balanceos denunciados por vecinos y trabajadores en los otros dos edificios, el número 35 y el 48 de la avenida Barón de Cárcer.

Los temblores se vienen produciendo desde hace unas dos o tres semanas, según cada vecino empezó a notarlos. Al no encontrar explicación, muchos decidieron llamar a la Policía Local y a los bomberos para que les dieran alguna explicación razonable que no han recibido. «Un día tuvimos miedo. Pensamos en desalojar y llamamos a los bomberos», aseguraba un vecina que trabaja en la undécima planta del número 48 de Barón de Cárcer. Los bomberos reconocieron días después que habían acudido en tres ocasiones a estos edificios pero que al no apreciar grietas visibles tuvieron que irse.

Las primeras denuncias se realizaron en la sede de la Conselleria de Bienestar Social y el Servef, pero los temblores también han llegado a la acera de enfrente, en el número 35. Un vecino de la planta novena lo definía de una manera muy gráfica: «Es una vibración similar a cuando pasa el autobús por la calle San Vicente». «No es normal, intentaba asociarlo al temblor del paso de la EMT, pero se repiten incluso los días de fiesta cuando la ciudad está vacía», aseguraba.

Ayer, los técnicos de la universidad constataban los temblores, aunque esperarán a tener los datos recogidos por los acelerómetros para emitir alguna conclusión.

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