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Miden los temblores en el suelo de Barón de Cárcer

Los bomberos ayudan a los técnicos de la Universitat Politècnica a tomar muestras de las vibraciones

Los técnicos del departamento de Física Aplicada de la Universitat Politècnica de València tomaron ayer muestras de contraste en el edificio de Bienestar Social y el Servef y también en la propia avenida Barón de Cárcer para obtener algún dato de los temblores en los edificios de esta céntrica vía de Valencia. Los bomberos de la ciudad ayudaron en estas tareas de análisis utilizando uno de sus caminones bomba para emular el paso diario de los autobuses.

La idea de realizar estudios ayer domingo, según explicaron fuentes de la investigación, no es otra que medir los temblores en un día donde no hay trabajadores en el edificio de Bienestar Social. Una de sus hipótesis era que el propio movimiento laboral, de ascensores o de alguna máquina pudieran ser los causantes de los balanceos. Aunque es verdad que tendría poco sentido puesto que otras dos fincas de la avenida han sufrido vibraciones.

Las pruebas de ayer también se realizaron con acelerómetros, un aparato de medición pegado a la superficie de estudio, la pared o el suelo, para «captar cualquier aceleración y, a partir de ahí, la velocidad de movimiento y los desplazamientos», según José María Bravo, uno de los profesores de la UPV e investigador del Centro de Tecnologías Físicas que lleva los estudios para la Generalitat.

Muy cerca del punto de medición que aparece en la imagen se encuentra la entrada al aparcamiento de Barón de Cárcer. Ha sido una de las primeras hipótesis lanzadas por los afectados por los temblores, aunque desde la empresa han negado que la infraestructura del parking haya sufrido cualquier tipo de grieta o fisura que pudiera levantar sospechas. Tampoco los conductos de ventilación, explicaron las mismas fuentes.

El viernes pasado, profesores de la politécnica también realizaron una inspección ocular del aparcamiento y no detectaron nada anormal. Aunque los precedentes hacen ser cautos, porque en plena construcción de las cuatro plantas del parking, para lo que hubo que perforar más de diez metros, el Colegio de la Seda sufrió daños en su estructura. También es cierto que el número 48 de la calle Barón de Cárcer, la conselleria se encuentra en el 36, se encuentra bastante más alejado del los agujeros que hubo que realizar para el aparcamiento.

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