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Establecimiento histórico

"El Siglo" echa la persiana

La familia que regenta la horchatería más antigua de Valencia cierra el negocio tras la entrada en vigor del decreto que suprime las rentas antiguas - Los precios de alquiler en el entorno de la plaza de la Reina se sitúan en 8.000 euros al mes

La histórica horchatería El Siglo, ubicada en la plaza de Santa Catalina, echará el cierre el próximo 31 de diciembre tras 178 años sirviendo una de las mejores horchatas y buñuelos con chocolate de toda la ciudad. El motivo del cierre es el elevado precio de alquiler que el dueño del edificio pide a la familia que desde hace cuatro generaciones explota el negocio. El Siglo es uno de los establecimientos afectados por el final de la moratoria para los alquileres de renta antigua a partir del próximo 1 de enero. La entrada en vigor del denominado «decreto Boyer» de 1985 que modificó la ley de alquileres para actualizar los arrendamientos antiguos a los precios de mercado. Pese a que han sido 30 años el periodo de transición que arrendadores y arrendatarios han tenido para muchos el cambio de renta es inasumible.

Especialmente, en zonas como la calle San Vicente y la plaza de la Virgen y Santa Catalina, que en la actualidad está considerada la milla de oro comercial. Al socaire del turismo de cruceros han proliferado numerosas franquicias comerciales que han acabado desplazando al comercio tradicional que daba un sabor especial a esta calle.

Los precios de los locales comerciales de la calle San Vicente se han puesto en 8.000 euros al mes. Son los más caros de la ciudad. Los comercios de toda la vida aseguran que no pueden competir con las grandes cadenas y muchos optan por echar la persiana. Lo han hecho la Unión Musical y la Sombrería Albero y ahora también lo hace El Siglo.

Leo Santolaria representa la cuarta generación de este negocio familiar. Asegura que cerrar la horchatería les entristece. «Es un disgusto pero no salen los números», asegura el hostelero. «Los comercios tradicionales somos la bandera de esta ciudad, pero nos vamos todos al garete», afirma Santolaria, quien se asegura que no se han sentido apoyados por el ayuntamiento de Valencia. «Publican libros y guías de los comercios tradicionales, pero no nos ayudan», asegura.

Los dueños del Siglo han intentado en varias ocasiones comprar el edificio de la horchatería, pero el dueño «siempre nos ha dado largas». Ahora el propietario lo ha vendido y el actual dueño ha puesto un precio de alquiler inasumible para los horchateros. «Quiere una barbaridad», afirma Leo Santolaria, sin concretar la cifra.

Algunos trabajadores del Siglo estaban dispuestos a quedarse con el negocio, pero los números no salen, asegura Santolaria.

La noticia del cierre de El Siglo ha causado una gran decepción entre la clientela de toda la vida del establecimiento. «No quieren que cerremos pero la decisión ya está tomada», afirma el dueño.

El Siglo ha tenido en plantilla a once trabajadores, algunos de los cuales querrían continuar con el negocio. Sin embargo, insiste Leo Santolaria las cuentas no salen. «Nosotros hemos podido vivir durante 50 años de este negocio, pero los precios de alquiler que piden ahora son inasumibles». El hostelero asegura que la burbuja de precios en el entorno de la calle San Vicente y la plaza de la Reina se debe sobre todo al turismo de cruceros. «Confiemos en que los barcos no dejen de llegar porque si no vendrá el drama y nadie podrá pagar los alquileres que se piden».

La horchatería El Siglo, que presume de ser la más antigua del mundo, fue fundada en 1836. Los miércoles, día de llegada de cruceros, su terraza suele estar abarrotada. Su clientela prefiere pagar un poco más que en otros locales a cambio de una horchata o un chocolate con buñuelos de calidad, hechos artesanalmente en el obrador del establecimiento.

Ayudas del ayuntamiento

En Valencia quedan pocas horchaterías tradicionales. Muy famosa es también la de la plaza de Santa Catalina, directa competidora del Siglo, también la de la plaza del Doctor Collado y la horchatería del Mercado Central. En todos ellos, sirven exquisita horchata en verano y chocolate con buñuelos en invierno y en Fallas.

Ante la desbandada de los comercios tradicionales, el ayuntamiento de Valencia, a instancias de un moción de Compromís, ha creado una comisión para estudiar medidas de apoyo. El ayuntamiento dio de plazo hasta el 30 de noviembre para que los locales afectados por la supresión de las rentas antiguas se dirigieran a la Concejalía de Comercio indicando su situación y aportando documentación que acredite sus necesidades. En función del número de locales que se haya presentado, el consistorio estudiará posibles ayudas, como desgravaciones fiscales o subvenciones directas.

El vicealcaldes, Alfonso Grau, anunció que en enero se hará una modificación de crédito para dar cobertura económicas a las ayudas al comercio tradicional. El gobierno local, no obstante, también defiende los intereses de los propietarios de los locales a actualizar las rentas.

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