La mirada del domingo
Facilitando la vida

Facilitando la vida
Josep Vicent Boira
Transformar una ciudad se hace a pequeños pasos, pero con grandes visiones. Facilitar la vida a los vecinos en su vida cotidiana debería ser una norma fundamental de quienes administran Valencia. Y hay decisiones que ayudan considerablemente a mejorar esta vida y otras que no, por ejemplo, saber a qué hora exacta pasa tu autobús o el metro que te lleva a tu trabajo o a tu lugar de estudio. Una cosa simple pero muy rentable para el ciudadano: tiempo es dinero. Con toda sinceridad, debo decir que uno de los avances tecnológicos más espectaculares que he visto en el transporte de Valencia es el que permite conocer los minutos exactos que faltan para que llegue el próximo autobús. La EMT debe apuntarse un tanto. La información en la parada se complementa con una aplicación para móvil que permite elaborarte tu propio plan temporal. Ahora bien, sólo hay que extender el sistema a todas las paradas. Si a esta cuestión técnica, se suma la acertada idea del intercambio gratuito entre líneas, EMT sí facilita la vida a los ciudadanos.
Sabiendo esto, es todavía más incomprensible que el otro gran responsable del transporte urbano en la ciudad, Metrovalencia, no haga lo mismo con su red. Saber cuándo pasa un tranvía es uno de los misterios mejor guardados. Y la información de cuánto falta para el próximo convoy de metro es siempre un dato aproximado. Los avisos en las pantallas, para cualquiera que utilice Metrovalencia con regularidad, no deja de ser una información muy relativa, que puede variar en tres o cuatro minutos al tiempo que uno va perdiendo la paciencia mientras juguetea con su móvil o lee los titulares del periódico que lleva bajo el brazo.
En Metrovalencia, la información es relativa y aproximada, cuando no ausente: en la parada de Facultats (y es solo un ejemplo que estoy seguro se repite), hasta que no bajas al andén correspondiente no sabes si te convenía ir en dirección Alameda o Benimaclet para coger un tranvía hacia el mar. ¿Por qué en su entrada no hay un indicativo del tiempo de llegada de los convoyes en ambas direcciones? ¿Tanto costaría dotar a Metrovalencia de los avances tecnológicos de la EMT? Conocer a qué hora pasa el siguiente convoy o cuánto tiempo real falta para el próximo tranvía. Mientras esto no se produzca, esta red se parecerá más a un transporte de cercanías que a un metro urbano. ¿Y qué decir de la decisión de reducir los servicios en estas fiestas? Esta Navidad ha sido más difícil moverse por Valencia, justamente cuando más turistas, visitantes y familias, con y sin niños, nos visitaban o se desplazaban por la ciudad. El mensaje que se estaba dando era claro: coja usted su coche en Navidad porque a Metrovalencia no le interesa que venga con nosotros. Descorazonador.
No defiendo que haya que mantener los mismos servicios que en período lectivo o activo, pero si la reducción de paso de convoyes es comprensible en franjas horarias relacionadas con la actividad escolar o académica, nada justifica que no se mantengan (¡e incluso que se multipliquen!) en franjas centrales o próximas a las horas que dedicamos, en estas fiestas a visitar a nuestros amigos en otros barrios de Valencia o a tomar un chocolate caliente antes de cenar. ¿Facilitar la vida? No todos nos lo permiten.
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