El bastón de los selfis arrasa en las rebajas

La moda de hacerse fotos a uno mismo, o selfis, ha derivado en la invención de todo tipo de accesorios para móviles o cámaras fotográficas. Entre los distintos accesorios para mejorar estas autofotos destaca el palo o bastón para selfis que se ha convertido en el verdadero regalo estrella de esta Navidad.

Un artilugio que se puede adquirir en varios comercios y principales puntos de venta de telefonía móvil. En El Corte Inglés su precio oscila entre los 11 y los 100 euros, según la marca del producto, la calidad y si viene acompañado de otros extras. En otros establecimientos como The Phone House, Imoon o Primark su precio se encuentra alrededor de los 25, los 30 y los 8 euros, respectivamente. Además, también se han podido adquirir en mercadillos navideños a un precio mucho más económico: 5 euros.

El usuario puede, además, encontrar el producto estrella en distintos formatos: desde adquirir únicamante el bastón hasta el palo con un botón incorporado o un mando a distancia para poder hacer la fotografía. Pero hay más opciones: existen bastones compatibles para móviles y cámaras fotográficas con un mando bluetooth y con un trípode.

Su éxito en Navidad ha sido indiscutible. Los dependientes de los diferentes establecimientos donde se venden explican a Levante-EMV que este «ha sido el accesorio para telefonía móvil que más se ha vendido durante la campaña navideña, y todavía ahora hay quien viene preguntado por él». Afirman que «se venden como churros» y que «conforme reponemos el producto se vuelve a agotar». Asimismo, añaden que el producto está «agotadísimo y ni siquiera disponemos de productos en el almacén para poder reservarlos». Los comerciantes explican que el éxito de este accesorio se debe a que «se han puesto de moda» tanto «los selfis como el producto» y comentan que el perfil del comprador es el de un joven de entre 20 y 30 años.

Un objeto «útil y original»

Raquel Aguilar tiene 25 años y recientemente ha adquirido uno de estos exitosos accesorios. Raquel pidió este regalo para Navidad porque le parecía «algo útil y original» ya que cuando viaja le da «miedo dejar el móvil a los desconocidos». Además, afirma que gracias a él «no tienes que parar a la gente para que te haga la foto, puedes verte mientras la haces y si no te gusta puedes repetirla todas las veces que quieras».

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