Susto tremendo el que se llevaron ayer los vecinos de la calle Lluís Oliag, junto a la calle Zapadores, cuando a las 14 horas cayeron unos cascotes en la vía pública sin provocar daños. El incidente obligó a cortar la vía durante varias horas mientras se comprobaban los balcones y demás saledizos de la fachada, que no presentaban problemas estructurales de gravedad.