«Cada día entra alguien a contar su historia entre estas paredes»

La puerta del Bar Goya se abre y cierra cada poco tiempo con curiosos que entran, preguntan y se emplazan a regresar en breve. Es difícil resistir la tentación de curiosear en un lugar tan mítico de Valencia. «El sábado, cuando abrimos, se llenó de gente y el domingo, igual», señala Fernando Navarro. «Cada persona que llega tiene una historia para contar, desde el que venía con sus padres el día de Reyes, o a tomarse el aperitivo los fines de semana, alguna cita familiar que fue importante... es increíble la de cosas que han pasado en este bar», comenta Navarro, mientra su socio Marcelino García despacha en la cocina. La nueva etapa que ambos socios han iniciado se alargará, al menos, veinte años. Por el momento, abrirán todos los días. «Hasta que el negocio se asiente», relata con ilusión.

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