«Llegué un lunes y estaba todo tirado por los suelos. Se llevaron el cajón con el cambio donde había menos de 200 euros y me rompieron una puerta porque al estar cerrada creyeron que podía haber más dinero. Lo denuncié y vino hasta la científica a tomar huellas, pero no sé nada más». Así relata a Levante-EMV el robó que sufrió el pasado 28 de diciembre el dueño de una peluquería de Natzaret.

Los pequeños comerciantes de este barrio han sido víctimas de cuatro hurtos -que al menos hayan sido denunciados- en los últimos tres meses. Además de en la peluquería, los ladrones han entrado en una farmacia, una carnicería y en la sede de una entidad social. Además, intentaron acceder a una peña taurina y a una floristería, aunque en estas ocasiones los vecinos alertaron de los ruidos escuchados. En un barrio con 7.000 habitantes, las primeras alarmas ya se han encendido. Esta sucesión de siniestros ha causado que las entidades vecinales se hayan reunido dos veces con los cuerpos policiales y la federación de vecinos para tratar la problemática. La primera cita tuvo lugar el pasado 18 de diciembre y el segundo de los encuentros se coordinó el viernes 16 de enero, estando presente el comisario del Marítimo.

Incremento de patrullas

Desde las asociaciones comentaron que «lo cierto es que después de estas reuniones se han notado una mayor presencia de patrullas, sobretodo por la noche. Nos dijeron que incrementarían los efectivos y que lo más normal es que la racha de incidentes disminuya. También animan a la gente a denunciar y aconsejan que nadie se haga el héroe, que el problema se atajará con la actuación policial». Otro de los puntos en los que hacen especial énfasis los vecinos es en el hecho de estar rodeados por lo que definen como «zonas oscuras, que permiten escapar mejor a los delincuentes». Enumeran hasta cinco puntos negros donde no hay alumbrado público: el conocido como ´Cuc de llum' -propiedad del Ayuntamiento y que enlaza con el circuito urbano de la Fórmula 1-, la frontera con el puerto de Valencia -donde se encuentra la antigua fábrica de aceites-, la zona que ocupaba el club de fútbol Benimar, el parque del Mar Azul -con una extensión de 40.000 m2- y el carril bici de la Punta al Mar.