La Associació de Veïns de Castellar-Oliveral ha puesto en marcha toda su maquinaria para tratar de lograr el máximo número de firmas antes de presentar sus alegaciones a la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que afecta en gran medida a la pedanía. «En la anterior ocasión logramos 18.000 firmas, pero somos ambiciosos y esta vez queremos muchas más», aseguró el vocal de la entidad, Jaume Alagarda. Además de la recogida de apoyos, los vecinos se han unido al colectivo Per l´Horta para movilizar, a través del portal Change.org, a miles de internautas y que se sumen a las alegaciones en contra de la destrucción de la huerta que prevé el PGOU.

La Associació de Veïns de Castellar-Oliveral ha elaborado un decálogo con el que argumenta los motivos que le llevan a rechazar la revisión del PGOU, que prevé la reserva de terrenos en la pedanía para una hipotética ampliación de las autovías V-30 y V-31. Según explican, el proyecto prevé la recalificación y devaluación de la huerta milenaria, campos y alquerías centenarias para favorecer futuras expropiaciones del suelo.

Aseguran además que el PGOU carece de estudios que avalen la viabilidad del plan urbanístico, además de la ausencia de estudios de impacto ambiental y de preservación del paisaje, como tampoco existen estudios de necesidades de tráfico y transportes que justifiquen esta recalificación y «el coste desproporcionado de las nuevas infraestructuras proyectadas».

La Associació de Veïns insiste que se trata de una invasión y degradación de un paisaje único y productivo como es la huerta, que supondrá la pérdida de puestos de trabajo y sustento de muchas familias, además que la recalificación de suelo urbano a rústico dejará casas en situación irregular.

En Castellar rechazan las expropiaciones y derribos a un vecindario «que históricamente ha sufrido reiterados desalojos de sus espacios originales», y que en relación a éstos el cálculo de las zonas de reserva frente a las infraestructuras proyectadas (autovías y línea de tranvía) «es injustificado y desmesurado».

El impacto ambiental será también importante por la degradación de espacios protegidos, del parque natural y la huerta de protección especial, que incluye la destrucción de árboles monumentales protegidos y de gran valor ecológico, y la fragmentación del paisaje y medio natural, senderos e itinerarios históricos y de valor paisajístico.

Los vecinos aseguran que la elaboración del plan se ha hecho «a espaldas de sus ciudadanos sin permitir su participación», y que supondrá una pérdida de la calidad de vida y daños sociales añadidos por polución y contaminación acústica, además de la destrucción del patrimonio cultural.