La última agresión en el centro fue hace un mes

Hace un mes el centro de recepción de menores de Valencia vivió la última agresión entre dos internos. Ocurrió el pasado 26 de diciembre y los educadores aseguran que, ninguno de los dos implicados, «debía estar en las instalaciones». El primero de ellos, el agredido, es un joven discapacitado que entró en el centro el 15 de diciembre y aún continúa ahí. Sin embargo, los trabajadores de la entidad aseguran que «un joven discapacitado debe ser trasladado a un centro especializado cuanto antes, porque precisa de una atención especial absoluta. Ha sufrido agresiones, burlas... No entiende el funcionamiento del centro y puede provocar situaciones indeseables sin intención alguna porque necesita a un educador para él solo y eso no es posible. Es un niño en peligro». El otro interno, el agresor, es un joven que ingresó en el centro el 17 de noviembre, «provenía de un centro terapéutico y tenía un grado de agresividad muy alto». El 26 de diciembre hubo un altercado entre ambos que finalizó con el joven discapacitado en urgencias, con varios puntos de sutura en la cara. Tres días después, y tras la pertinente denuncia, el agresor fue detenido y pasó a disposición judicial.

Desde el centro aseguran que este tipo de altercados «pueden suceder» pero explicaron que ninguno de los dos actores del suceso «deberían haber estado allí». «El agredido, porque precisaba desde el minuto uno de un centro especializado y el agresor porque con unos antecedentes como la fuga de un centro terapéutico, los indicativos de que precisa de un internamiento en un centro adecuado no dejan lugar a dudas», recalcaron las mismas fuentes tras especificar, eso sí, que el trabajo en un centro de menores «siempre es difícil y precisa de mucha vocación, devoción y trabajo».

Por todo ello, los empleados del centro de recepción de menores de Valencia pidieron a la conselleria de Bienestar Social y a la Fiscalía de Menores que «intervengan en este centro porque nos se están llevando a cabo los procedimientos como tocan. Este es un tema delicado, porque son menores y porque la gestión es delicada e intervienen muchos factores de riesgo».

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