Escuela de repostería

La nueva hornada de pasteleros

El local ofrece cursos que van desde un día a todo un año e incluyen varios niveles de conocimientos - Los dueños quieren abrir una tienda en 2016

Goirigoitia, durante una de las clases que imparte en la escuela por las tardes.

Goirigoitia, durante una de las clases que imparte en la escuela por las tardes. / josé aleixandre

Álex Serrano | Valencia

Destaca en la esquina del principio de la calle Marqués de Zenete, a dos pasos de la plaza de España, por el color rosa. Todo en la escuela de pastelería Sweet Cakes es rosa, lo que da al local un aspecto de pastel muy pretendido. Se trata de una escuela de repostería, que también es tienda de productos para pastelería creativa, que de lunes a jueves por la tarde imparte infinidad de cursos para aprender a hacer tartas, cremas pasteleras o bizcochos de todo tipo.

Es una manera de responder a una necesidad que la maestra pastelera Andrea Gorigoitia detectó en la ciudad. "Yo antes tenía una pastelería pero veía que no encontraba gente que me pudiera ayudar, les faltaba nivel", explica. De ahí, hace un año, nació Sweet Cakes. El deseo de Gorigoitia de formar a gente que luego poder emplear se ha visto secundado por 45 alumnos que, este año, estudian en la escuela. Los cursos, que son de distintos niveles de preparación, van desde el intensivo de 24 horas, en el que se dan los conocimientos básicos en el mundo de la repostería, hasta un gran diploma que dura un año y que crea expertos tanto en pastelería tradicional como creativa.

Aunque la idea de abrir la tienda no la ha abandonado „Gorigoitia asegura que llegará a comienzos de 2016„, ahora la maestra pastelera está dedicada en cuerpo y alma a la escuela. Por el obrador de Marqués de Zenete pasan desde pasteleros tradicionales con ganas de reciclarse hasta jóvenes interesados en la repostería que dan sus primeros pasos en eso de la manga pastelera. En estos cursos, cuyo coste oscile entre los 90 y los 370 mensuales dependiendo de la duración y la temática que se trate. En este precio van incluidos todos los productos que se usan en los cursos, así como todo tipo de materiales empleados en las clases. Los alumnos, además, no suelen realizar un curso, sino que hacen otros cuando terminan el primero con el que toman contacto con la escuela. «El 95 % de los alumnos se quedan después del primer curso y hacen otros», asegura Gorigoitia.

Además de escuela, Sweet Cakes tiene un apartado de tienda dedicado a los productos con los que se elaboran los pasteles y las tartas. El fondant es el elemento principal de las creaciones de los alumnos, quién sabe si espoleados por la fama que en los últimos tiempos han ganado las «cupcakes» y los «muffins» „que no es más que otra manera de decir «pasteles» y «magdalenas»„, traídos a Europa desde Estados Unidos, donde son toda una institución. «Sí, hemos detectado mucho interés entre los jóvenes en esto», comenta Gorigoitia, que forma a nuevos pasteleros mientras busca ayudantes para la tienda que abrirá en 2016.

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