Sant Marcel·lí denuncia una oleada de robos en los comercios del barrio
En la noche del jueves al viernes hubo dos asaltos a locales y ardieron un coche y un contenedor

Sant Marcel·lí denuncia una oleada de robos en los comercios del barrio
Álex Serrano | valencia
Los comerciantes y vecinos del barrio de Sant Marcel·lí denunciron ayer una oleada de robos que se ha desarrollado durante los últimos dos meses, con más de una veintena de atracos por la noche a distintos locales de la zona, y que llegó a su punto álgido el pasado viernes, cuando ardieron un contenedor y un coche y hubo dos entradas a locales, durante la madrugada, y un atraco a una sucursal bancaria, ya a plena luz del día. La Assocació de Veïns pide que la Policía Local y la Policía Nacional intensifiquen la vigilancia en el barrio hasta que la situación se normalice.
Sant Marcel·lí se enfrenta, así, a una oleada de barrios similar a la que a finales de diciembre sacudió a Natzaret. En tres meses hubo cuatro hurtos conocidos. Entraron en una farmacia, una carnicería y en la sede de una entidad social. Además, intentaron acceder a una peña taurina y a una floristería, aunque en estas ocasiones los vecinos alertaron de los ruidos escuchados.
En Sant Marcel·lí, la lista de locales violentados incluye una farmacia, una droguería, una peña valencianista, una frutería, una churrería, una peluquería, un horno o una tintorería entre otros. El presidente de la entidad vecinal, Vicent Soler, aseguró ayer que el pasado lunes representantes de los vecinos y de los cuerpos policiales mantuvieron una reunión en la que los miembros de la policía les dijeron que el repunte de la delincuencia en este barrio de Jesús no era «mayor que en otros puntos de la ciudad», según Soler. «Me pregunto si ahora pensarán lo mismo», indica.
Se refiere a lo ocurrido en la noche del jueves al viernes, cuando los vándalos quemaron un contenedor y un coche y robaron en otros dos comercios, una churrería y una farmacia, además del atraco al banco a primera hora de la mañana. Soler pide a la policía «reforzar la vigilancia» en Sant Marcel·lí, aunque eso implique «desatender, entre comillas» otras zonas de la ciudad, al menos mientras el problema en este barrio del sur de Valencia se soluciona. Soler también demanda a los comerciantes que denuncien a la policía, porque «hay muchos que deciden no denunciar».
Los vecinos con comercios en la zona tienen miedo. Distintas fuentes consultadas hablan de entradas no demasiado sofisticadas: «Es tan fácil como romper el candado y levantar la persiana». Aseguran, además, que ha habido robos «frustrados» al encontrarse el propietario con los ladrones en el propio local. Sospechan que uno o varios miembros de la banda vive en el barrio y que el resto provienen de fuera de Sant Marcel·lí.
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