El nuevo sector urbanizable de Vera II previsto en al revisión PGOU para la ampliación de la Universidad Politécnica de Valencia pone en el punto de mira una treintena de viviendas, en su mayoría alquerías y también algunas nuevas construcciones, cuyos propietarios ultiman alegaciones en contra de la recalificación de huerta. Se da la circunstancia de que una de estas viviendas de nueva construcción, que llama la atención junto al camino de Vera por el vistoso color amarillo del ladrillo caravista de sus fachadas, pertenece a la familia de un síndico del Tribunal de las Aguas.

La Ley Urbanística del Suelo permite levantar pequeñas construcciones a partir de una superficie determinada de suelo agrícola. Aprovechando esta posiblidad legal se construyeron en los años 90 algunas viviendas en suelo no urbanizable de Vera que con la ampliación de la Universidad Politécnica parecen condenadas a la expropiación. Es el caso de la vivienda de Miguel Sanchis, agricultor y vecino de Vera, y uno de los propietarios que alegará contra la expansión de la UPV a costa de la huerta.

Reconoce que su casa, prácticamente la única de nueva construcción entre el resto de alquerías de la zona, fue algo excepcional, sin embargo, recalca que cuenta con todas las autorizaciones, incluso la de la Conselleria de Agricultura. El ayuntamiento dio licencia en 1997 para la «construcción de un edificio de nueva planta exento, que consta de planta baja y una planta alta, destinado a vivienda unifamiliar y almacén agrícola». La licencia permitía un «cobertizo-porche» de 40 m2 así como el cerramiento parcial de la parcela del chalé, incluido dentro de una finca agrícola de 10.023 m2.

Las expectativas de recalificación ya habrían llevado a algunos de los propietarios de la zona, según aseguran fuentes de la UPV, a ponerse en contacto con la universidad para ofrecerles la posiblidad de venderles sus tierras. Una opción que, de momento, la UPV no ha entrado a valorar ya que la ampliación del campus no forma parte de los planes a corto plazo del actual equipo directivo. Con todo, y pese a las presiones de un sector del profesorado de la Politécnica, del colectivo Per l'Horta y de grupos políticos como el PSPV para que el campus no crezca a costa de la huerta, la UPV no renunciará a la reserva de suelo para una futura ampliación que solicitó en 2004 al Ayuntamiento de Valencia al hilo de la revisión del PGOU de 1988.

Este documento, que en la actualidad se encuentra en un nuevo periodo de alegaciones, prevé varios sectores urbanizables nuevos que supondrán la recalificación de 600 hectáreas de huerta. En la huerta de Vera, junto al Politécnico, se han reservado casi 30 hectáreas para la ampliación del campus y otras 58 para viviendas.