La recalificación de la huerta de Vera prevista en la revisión del PGOU sigue sumando oponentes. A los agricultores y vecinos, arquitectos y urbanistas, colectivos ecologistas, el Tribunal de las Aguas y docentes de la Universidad Politécnica contrarios a la destrucción de más suelo agrícola al norte de la ciudad se acaba de sumar un grupo de estudiantes de Ciencias Ambientales de la Universitat de Valencia. Los alumnos están recogiendo firmas en todos los departamentos para manifestar el rechazo a la recalificación de 55 hectáreas de huerta productiva de alto valor en el entorno del camino de Vera, 22 de ellas para la ampliación de la UPV.

El equipo directivo del rector Esteban Morcillo también está recibiendo presiones de un algunos docentes para que la Universitat se manifieste en defensa del importante patrimonio ambiental y cultural que supone la huerta de Valencia. Los profesores de la UV se suman así al grupo de docentes de la Universidad Politécnica de Valencia, entre los que se encuentran Fernando Gaja, Salomé Moreno y Lluis Miralles, que se oponen a la recalifcación de huerta y que han puesto en solfa en el último consejo de gobierno a los responsables de la UPV por el descrédito que supone que una institución que quiere ser referente de sostenibilidad —tal como lo recoge el plan estratégico que se está ultimando— pide una reserva de suelo de casi 30 hectáreas para ampliar el campus.

La posición oficial de la UV, según explicó ayer el vicerector de Territorio y Participación, Jorge Hermosilla, es de defensa de la huerta como patrimonio ambiental y cultural. La Universitat, no obstante, no quiere posicionarse públicamente, por «respeto institucional», contra los planes expansionistas de la UPV. Aseguran eso sí que la UV no tiene previsión de crecer más. «No tenemos a día de hoy necesidad de más espacio», destacó Hermosilla, quien hizo un ofrecimiento al ayuntamiento de Valencia para evaluar el impacto ambiental del PGOU sobre la huerta, tal como en su día hizo con el barrio del Cabanyal.

La Universitat de València, que en los años 90 también creció sobre la huerta de Vera, tiene tres campus (Tarongers, Burjassot y Blasco Ibáñez) y algunos edificios vacíos y sin uso, como el Colegio Mayor Luis Vives, que está en espera de una rehabilitación.

La politécnica también cuenta con edificios desocupados en Blasco Ibáñez, en concreto, la Facultad de Agrícolas, que está abandonada, ha sido ocupada y sigue en espera de destino.

Los planes expansionistas de la UPV chocan con los planes de estudio que acaba de presentar el Gobierno, que apuestan por una reducción de la duración de cinco a tres años de algunas carreras y grados.

La UPV se ratificó en 2010

La reserva de suelo para ampliar el campus fue solicitada en 2004 por el entonces rector Juan Julià y al actual, Francisco Mora, le llega heredada, pese a lo cual parece que a priori y pese a las críticas piensa darle continuidad. De hecho, en las alegaciones que se presentaron al PGOU en 2010, durante la primera fase de exposición al público, la UPV se ratificó y valoró la reserva de suelo en Vera.

Hermosilla recalcó que la UV está con la protección de l'Horta y recordó que, más allá de las declaraciones de principios, en los últimos años se han realizado publicaciones y exposiciones divulgativas y fotográficas como la de Miquel Francés en defensa de este patrimonio natural y cultural.

El nuevo PGOU prevé la recalificación de 400 hectáreas de huerta en siete sectores urbanizables. El de Vera es uno de ellos , comprende más de 55 hectáreas y está dividido en dos sectores: Vera I, con viviendas y una nueva ronda al norte de la UPV y Vera II donde va la ampliación de la UPV.