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La trastienda

BioCultura, una feria necesaria

BioCultura, una feria necesaria

La BioCultura está de moda. Y eso es una buena noticia. Bien por la crisis, bien por vocación, muchos emprendedores ven en la agricultura y la ganadería ecológica un negocio o una vía de salida en cualquiera de sus variantes, directamente en el campo o a través de comercios u hostelería de producto ecológico. Aunque todavía muy lejos de las ciudades más emprendedoras, Valencia y la Comunidad Valenciana no dejan de crecer desde el año 2010 en un sector que, sin duda, va a más y se está consolidando como una alternativa a lo tradicional. El marketing está muy presente en este tipo de tendencias, y ello está ayudando a muchos jóvenes a lanzarse a aventuras que en otros casos se han saldado con resultados muy positivos.

No son fáciles los pasos a seguir para conseguir un producto comercializable. Las normativa es exigente y es necesario pasar por muchos controles e inspecciones para que finalmente pueda venderse un producto como cien por cien ecológico. Desde hace muchos años se antepone el aspecto visual, como por ejemplo las frutas y las verduras con un tamaño estandarizado, con un color brillante y atractivo, en detrimento del buen sabor y el aporte nutricional adecuado. No es más que un reflejo de lo que más pesa en la sociedad actual desde el punto de vista estético, de lo perfecto, de lo exterior y superficial. Algo así como el photoshop de la huerta, además del objetivo de aumentar la producción forzosamente para aumentar beneficios.

Contra este sistema estos emprendedores tratan de hacerse un hueco demostrando que no hay por qué alterar el ciclo natural y que se puede conseguir un producto saludable y de grandísima calidad sin necesidad de técnicas utilizadas por los grandes productores en masa, a pesar del alto coste y esfuerzo que ello supone.

El pasado fin de semana se celebraba en Feria Valencia Biocultura, la feria de referencia en este sector, con multitud de stands e información. Si en algo coincidían muchos de sus responsables era en la necesidad de campañas públicas informativas de concienciación por parte del gobierno, de acercamiento del sector al ciudadano, de sus características, con el fin de abrir un camino alternativo al actual.

Si volvemos a los vegetales como principal ejemplo, no hay que olvidar que en muchas cadenas de supermercados se impone claramente el producto convencional al ecológico. El consumidor tiene que hacer un gran esfuerzo para conseguir este último, invirtiendo más tiempo del habitual para ello. Y dinero. Todavía hoy una parte de la sociedad lo desea pero no puede permitirse la compra de estos productos de forma cotidiana. La ausencia de subvenciones no facilita que su precio sea más bajo y asequible. Es una pena que España sea el primer país productor en Europa de frutas y verduras y sin embargo la gran mayoría se exporten a zonas más concienciadas con este sector.

Valencia va a más en este sentido. Es positivo que exista ya una titulación oficial de formación profesional de grado medio en Agroecología, y que a la vez sigamos creciendo en volumen de negocio a través de producción hortícola y ganadera, puesta en marcha de supermercados (algunos hasta con envío a domicilio) y restaurantes. Estas ferias vienen muy bien para acercar este tipo de mercado a más gente, pues cumple el objetivo de concienciar al ciudadano de lo positivo a todos los niveles de consumir productos cien por cien orgánicos. Ojalá, por nuestra propia salud, todo esto vaya a más. Sería una gran noticia.

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