Ocho años después del inicio de las obras, el metro llegó ayer a Riba-roja. El 27 de noviembre de 2007, cuando el conseller Mario Flores puso la primera piedra, se preveía que el nuevo ramal de Metrovalencia estuviera en servicio en 2009. Pero la precariedad presupuestaria de la Conselleria de Infraestructuras por la crisis obligó a paralizar las obras (ejecutadas por la UTE Coalvi SA-Cyes-Vialobra SL, bajo la dirección de Gestec y Sener) y reducir las pretensiones con las que se proyectó la línea en 2006: el metro no llega hasta el centro del municipio, sino a un polígono cercano a la población „un hecho que criticaron ayer Robert Raga (PSPV) y Juan Ponce (Compromís)„, tras perder la conexión ferroviaria en 2005.

Así que la inauguración del «metro a Riba-roja» se convirtió en una jornada festiva para los vecinos de Riba-roja y Manises que ganan cuatro paradas: La Cova, La Presa, Masía de Traver y Riba-roja de Turia I. Los tres últimos apeaderos albergan 368 plazas de aparcamientos para dejar el coche y acercarse hasta el centro de Valencia en 30 minutos, en días laborables, y 40 en festivos.

Los 9,4 nuevos kilómetros de trazado (que aprovechan la plataforma de la antigua línea de Cercanías Valencia-Llíria) son de vía doble hasta La Cova y de vía única hasta Riba-roja. El nuevo tramo se ha dotado con el sistema de seguridad ATP (automatic train operation) que supervisa en todo momento la velocidad del tren. Metrovalencia prevé ganar 460.000 viajeros con el nuevo ramal.

El viaje inaugural desde La Presa hasta Riba-roja contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig y los alcaldes de Manises y Riba-roja, Francisco Izquierdo y Francisco Tarazona, junto a decenas de vecinos que aplaudieron cuando arrancó el tren y cuando llegó a la parada final. Tarazona se mostró exultante al destapar la placa inaugural (escrita en castellano) y tras la bendición de la nueva línea por el vicario parroquial de Riba-roja, Juan Sivera. Y explicitó su deseo de que la «nueva» Línea 9 de Metrovalencia (que comunicará Riba-roja con Alboraia-Peris Aragó) «llegue hasta Vilamarxant y Llíria y de eso se encargará Alberto Fabra, que volverá a ser presidente de la Generalitat». Una posibilidad aún lejana ya que la conselleria tiene el presupuesto tan ajustado que ni siquiera ha podido incluir en el nuevo tramo el apeadero de València la Vella, „reclamado insistentemente por los vecinos que ayer se manifestaron en la inauguración para exigirlo„, aunque la conselleria acaba de adjudicar el proyecto por 21.175€. El alcalde asegura que ha presupuestado 100.000 euros para las obras de esta parada. Tanto Bonig como Fabra se ufanaron de haber cumplido la promesa de finalizar el metro a Riba-roja esta legislatura.