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PGOU

La UPV se reafirma en crecer sobre la huerta pese a perder un 17 % de alumnos y docentes

La Politécnica renuncia a la nueva ronda, que considera una barrera infranqueable, y rechaza asumir su coste como prevé el PGOU

La UPV se reafirma en crecer sobre la huerta pese a perder un 17 % de alumnos y docentes

La Universidad Politécnica de Valencia se reafirma, en las alegaciones presentadas a la revisión del PGOU, en la necesidad de ampliar su campus universitario y por tanto de mantener la reserva de 20 hectáraes de huerta en Vera previstas en la revisión del plan. Para ello invoca a la innovación y a las necesidades futuras de los institutos tecnológicos y centros de investigación vinculados a la institución académica, que en su día ya consumió 56 hectáreaes de huerta de Vera.

El rector de la UPV, Francisco Mora, quien ayer presentó las alegaciones al Consejo de Gobierno, es partidario de mantener la reserva de huerta solicitada en 2006 pensando en las necesidades futuras del campus y a pesar de que los propios estudios de la universidad revelan que la comunidad universitaria se ha reducido en un 17% de 2009 a esta parte y las previsiones no son que aumente dada la actual política de acortar las carreras.

La UPV mantiene así la petición de reserva de huerta para crecer, aunque renuncia a la nueva ronda que junto con la Universitat de València solicitó en 2006 para aliviar un eventual aumento del tráfico en la avenida de Tarongers.

Las alegaciones, firmadas por Franciso Mora, se presentaron el pasado 24 de febrero, agotando el plazo establecido, en el ayuntamiento.

En las alegaciones, la UPV se compromete a aplicar en la zona de ampliación «criterios muy estrictos de sostenibilidad» para la huerta del entorno de Vera ajustados en todo caso a las previsiones del Plan de Acción de la Huerta „todavía sin aprobar por parte de la Generalitat„. En sus alegaciones, el rector de la UPV asegura que la huerta sobre la que crecerá la universidad está «altamente antropizada» y ocupada por construcciones recientes. Su intención es crear una zona de «amortiguación» entre la huerta y la ciudad, un «borde difuso y permeable», donde, apuntan, se respetará las alquerías, las acequias, los caminos y en la medida de lo posibles el parcelario de huerta existente. Se tratará, apunta Mora, de una ampliación «compatible con la huerta».

Según Mora, el vial al que ahora renuncian las universidades se solicitó en 2006 bajo «circunstancias muy diferentes». Las previsiones de aumento del tráfico en Tarongers han cambiado, de hecho el uso del coche ha descendido un 16% y los estudiantes y docentes que usan la bicicleta se sitúan en un 11%.

El futuro vial, que conectaría la ronda norte con la avenida de Serrería, apunta la UPV es «una barrera infranqueable» dada su enorme anchura (71 metros) que dejaría aislado al campus dentro de viales de intenso tráfico y a la que además se ha opuesto el Ministerio de Fomento, apunta la UPV. Esta infraestructura tendría que ser costada con cargo a la urbanización del sector de la ampliación del campus, lo que obligaría a la UPV a asumir su coste, algo que en las alegaciones la institución considera inasumible por tratarse de una infraestructura «supramunicipal». Añade además que existen alternativas a la ronda, en concreto cita el acceso norte, una infraestructura aparcada sine die por la Generalitat por su elevado coste.

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