No existe un criterio unánime sobre el origen del melón, uno de los productos estrella de la primavera y el verano; unos lo sitúan en África y otras teorías lo ubican en Asia. Lo que sí parece claro es que en la Península Ibérica lo introdujeron los árabes. Su nombre científico es «cucumis melo» y aunque preferiblemente se consume fresco, también se utiliza en la elaboración de algunos dulces. Existen bastantes variedades de melón, entre ellas, la Tendral, Piel de Sapo, Valenciano Amarillo y de Invierno. El melón, que se siembra a finales de abril y necesita temperaturas altas, requiere suelos profundos y mullidos, con una buena base de estiércol y una importante reserva de agua.
Una cuidada poda es el secreto de un buen melonar y de una cosecha temprana y abundante. Cuando la planta tiene entre ocho y diez joas, se despunta el tallo por encima de la séptima u octava hoja. De ésta brotarán nuevas ramas, que volverán a ser podadas „por encima de la novena o décima hoja„ cuando tengan 10 o 12 hojas. De las ramas nacidas de estos despuntes, que son las fructíferas, se despuntarán dos o tres hojas por encima del fruto recién cuajado.
Tradicionalmente en el mes de abril los labradores plantaban el maíz que servía de forraje de los animales de labranza y el ganado. El maíz es un cultivo muy remoto, de unos 7.000 años de antigüedad cuyos hallazgos más antiguos se han localizado México.
El huerto también se prepara durante el mes de abril para cultiva pepinos y calabacines. El pepino fue una de las primeras plantas que Colón trajo de América. El pepino tradicional es de color verde y con pequeñas espinas en la corteza. Es poco productivo „por lo que en la actualidad se cultivan variedades híbridas más eficientes„ pero de un sabor muy agradable. La siembra del pepino se realiza directamente en el hoyo, depositando cuatro o cinco semillas. A la salida de las plantas se hará un «aclareo», dejando sólo dos plantas por golpe, normalmente, las más vigorosas. Hay que dejar un margen de entre 70-80 centímetros entre plantas porque el pepino ramifica mucho. El calabacín también se planta en abril. Es una planta menos exigente en temperatura y humedad que el melón y el pepino, pero precisa una iluminación abundante.
Abril es el mejor mes para renovar el césped del jardín y plantar crisantemos, clavel, pasionaria, petunia, margarita, caléndula, camelia, dalia, gladiolos, liliums y nardos. Hay que vigilar el pulgón de los rosales.
Las mariquitas son uno de los grandes aliados contra el pulgón. Estos insectos son capaces de consumir 2000 pulgones en una hora.
