¿De qué sirve una inversión de 1,7 millones de euros si ésta no se pone en marcha?, se preguntan desde la Associació de Veïns de Massarrojos. Desde hace un año y cuatro meses la escuela infantil de la pedanía de l´Horta Nord está completamente terminada, pero está pendiente de su puesta en marcha, ya que el Ayuntamiento de Valencia no ha sacado a concurso la explotación de la escoleta, por lo que las familias con niños siguen llevando a los pequeños a las localidades limítrofes, como Montcada, Rocafort o Godella. Y en muchos de los casos asumiendo el coste de guarderías privadas.

El proyecto de la Escuela Infantil de Massarrojos se aprobó en junio de 2011, pero no fue hasta octubre del año siguiente cuando se adjudicó el contrato para la ejecución de las obras al Grupo Bertolín, con un plazo de ejecución de 6 meses. Sin embargo, en noviembre de 2012 se solicitó a la Generalitat Valenciana el reajuste de las anualidades previstas y en noviembre de 2012 se acordó suspender el inicio de las obras. Finalmente, en mayo de 2013 se aprobó que se ejecutaran las obras, que se finalizaron a finales de enero de 2014, con un presupuesto fue de 1.716.536,87 euros.

Tras este largo camino, el Ayuntamiento de Valencia sigue sin dotar de personal para la puesta en funcionamiento de la escoleta. Ha pasado casi un año y medio desde entonces y los vecinos no tienen noticias de cuándo está prevista su apertura, aunque esperan que sea ya para el próximo curso. «No tiene sentido que una instalación así se encuentre parada, después del dinero que costó y además que verdaderamente hace falta. Se encuentra ubicada en la zona de las urbanizaciones donde viven cerca de 400 familias jóvenes con niños. Imagina lo necesaria que es para toda esta gente», explica Cristina Monteagud, portavoz de la Associació de Veïns.

El centro de la pedanía está ubicado en la zona de las urbanizaciones, en una parcela de 1.200 metros cuadrados, en la confluencia de las calles Tirant lo Blanc y Camí de Cossa. La escoleta, con una capacidad máxima para 82 niños, cuenta con seis unidades: dos para niños de 0 a 1 año, otras dos para niños de 1 a 2 años, y dos más para los de 2 a 3 años. El centro dispone de seis clases, un aula multiusos, cocina y lavandería, además de un amplio patio.

Para el colectivo vecinal es vital que el centro comience a funcionar cuanto antes «porque muchos centros ya están haciendo las preinscripciones para el próximo curso y si no se da prisa el ayuntamiento de Valencia no creo que se abra para el inicio de las clases en septiembre», asegura Monteagud.

El exterior del centro también se construyeron varias canchas para la práctica del baloncesto y futbito. Los niños del pueblo aprovechan que una de las vallas se vino abajo hace un tiempo y entran a jugar al recinto, a la espera de que el Ayuntamiento de Valencia resuelva la situación.

Camino sin urbanizar

Por otra parte, los vecinos siguen demandando que el Ayuntamiento de Valencia urbanice el camino que da acceso a las urbanizaciones, que no cuenta con aceras y «es un peligro para los más pequeños», pues es la vía por la que acceden la mayoría de vecinos de estas casas. En Massarrojos las mejoras municipales este año se han limitado a la mejora de algunas aceras y construcción de nichos en el cementerio.