El Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, José Cholbi, ha instado al Ayuntamiento de Valencia a ejercer «sus facultades inspectoras en materia de contaminación acústica» y a adoptar «las medidas oportunas» para «comprobar su existencia», así como «aquellas otras que fueran necesarias para garantizar la tranquilidad de los vecinos y evitar niveles sonoros superiores a los permitidos legalmente». Igualmente, Cholbi ha pedido al consistorio que «previa instrucción del preceptivo procedimiento, sancione cuando proceda los comportamientos constitutivos de infracción según las normas aplicables».

El defensor del pueblo valenciano ha realizado esta recomendación a partir de la queja presentada por una vecina de Valencia para dejar constancia de las molestias que le ocasionaba un circo instalado recientemente en las proximidades de su domicilio, en la avenida Juan XXIII. Esta mujer explicaba que todas las ventanas de su vivienda dan a la avenida Juan XXIII y que «justo enfrente» se había montado un circo, que emitía «ruidos por megafonía en todas sus actuaciones» y que también le causaba «muchas molestias» fuera del horario de las mismas. La ciudadana indicaba que ha llamado «en varias ocasiones a la Policía Local» y criticaba que este cuerpo municipal «se ha desentendido del problema». Asimismo, destacaba en su reclamación que ha presentado «una denuncia en el Ayuntamiento para que se hagan mediciones», teniendo en cuenta que se iban a producir funciones «diarias y más numerosas».