La moda hipster es tangible y real. Existe, ocurre, es todo un fenómeno, aunque el término naciera décadas atrás y todavía hoy no conste en el diccionario de la RAE. Puede que muchos no sepan exactamente en qué consiste, la palabra crea cierto conflicto a la hora de abordar su significado, amplio y complejo. Bien podría ser una mezcla entre lo hippie, lo moderno y todo el gusto por lo retro, aunque se puede profundizar, y mucho, sobre el tema en cuestión.
Los hipsters huyen de la corriente tradicional y buscan sus inquietudes y aficiones en la subcultura y en los movimientos más minoritarios, destacando disciplinas como la música o el cine. Este fenómeno cultural y estético está tan en auge que ha provocado éxitos de ventas en ensayos sobre la materia, que a su vez han alimentado debates sobre el término desde el punto de vista sociológico y estético.
Hay quienes lo ven como un mero postureo y quienes lo defienden a rajatabla, como una extensión de todas aquellas tendencias, actitudes y, como antes apuntaba, inquietudes. Hay diversidad de criterios entre aquellos que ven perfiles realmente creíbles y otros que se dejan llevar por la corriente pero que en realidad no los representan.
La empresa valenciana dedicada a la creación de videojuegos Arpic Games ha lanzado un ambicioso proyecto (todavía en desarrollo) donde los hipsters son los protagonistas en un mundo caótico dominado por los zombies, que han provocado un holocausto en el planeta y solo cuatro modernos, los protagonistas, han sobrevivido a la masacre mientras disfrutaban en un cine independiente de una película austriaca en versión original.
Y de eso trata el juego, planteado en dos dimensiones y en formato de scroll horizontal. Con objetos como un disco de vinilo de 180 gramos, un bate de cricket (refinado juego apto solo para unas pocas minorías) o una añeja máquina de escribir tendrán que ingeniárselas para salir del embrollo, pese a ser los únicos supervivientes de la Tierra y encontrarse sitiados por los apocalípticos zombies. No solo deberán acabar con los destructores, sino que su propia filosofía vital y sus principios les llevarán a salvar objetos para ellos muy valiosos, como las camisas de cuadros que puedan encontrarse por el camino. No es casualidad que la propia empresa, en la web oficial del videojuego, rece el lema «hay que sobrevivir, pero hay que hacerlo con estilo».
A pesar de que todavía no es posible disfrutar del juego, la empresa ha anunciado, por un lado, la viabilidad para las plataformas Pc, Mac y Linux, así como la puesta en marcha a partir del mes de abril de una campaña de crowdfunding, o lo que es lo mismo, un micromecenazgo para que los interesados puedan financiar el proyecto con el fin de que definitivamente salga adelante, que se llevará a cabo a través de la plataforma Kickstarter. De momento, por lo que se ha podido adelantar, el trabajo se encuentra en una fase ya muy avanzada.
Hispsters vs Zombies es una valiente iniciativa la de esta empresa valenciana (la segunda desde su aparición) que demuestra una vez más que vamos sobrados en creatividad y talento pese a los escasos apoyos institucionales. Precisamente por su carácter desenfadado y divertido, sus creadores apuntan que este original juego es para todos los públicos, incluidos, claro está, los de perfil de los propios protagonistas. No es para menos. De sus decisiones dependerá el futuro de la humanidad.
