El pleno de ayer, el último de la legislatura, debía ser una sesión amable, con despedida de los cinco concejales del PSPV y los seis del PP que no van en las listas de sus partidos. De hecho, Silvestre Senent y Emilio del Toro por el PP y Pedro M. Sánchez por el PSPV aprovecharon sus intervenciones para hacerlo orgullosos y agradecidos, sobre todo a los funcionarios.

Pero el debate sobre la medalla de Franco y las facturas de Rita Barberá crisparon el debate hasta el punto de hacer palidecer otros asuntos que tenían cierta enjundia. El concejal Cristóbal Grau, por ejemplo, expresó, ante el rechazo de Esquerra Unida a la construcción de un hotel-casino en la Marina Real, la disposición del Ayuntamiento de Valencia a aceptar propuestas de ese tipo. Si el concejal Amadeu Sanchis reclamada la dársena para los ciudadanos y no para un grupo de Singapur, Grau respondió que hay sitio para todo.

También Alfonso Novo anunció que las obras del Parque Central comenzarán en 10 días. Es uno de los proyectos que exhibió el PP cuando el portavoz socialista, Joan Calabuig, pidió al equipo de Gobierno que detallara por escrito todas las infraestructuras que según Rita Barberá ha comprometido el Ministerio de Fomento y que, a su juicio, no son más que propaganda electoral después de cuatro años en blanco.

Y es que la mayoría de las mociones tenían carácter general. Eran casi balance. Lo fue una sobre Educación y otra sobre servicios sociales, lo fue el debate de la situación económica —la oposición afeó la deuda-herencia que deja Rita Barberá— y lo fue la moción sobre el patrimonio histórico de Patraix. Más debate generó la subestación de este barrio, que los vecinos y la oposición quieren eliminar y que el PP asegura que ellos también. Se verá.

Rima a micrófono abierto

De lo que más hablaba fuera del pleno era, en cualquier caso, del comentario de Alfonso Novo cuando Barberá anunció el punto número 25. El portavoz popular, con el micro abierto, no pudo evitar hacer la famosa rima de «por el....». Una anécdota graciosa para acabar el mandato.