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Patrimonio

El riesgo de "El Jaume" ya fue denunciado en 2004

Los fundadores de Campaneros Artesanos Ibéricos abandonaron el Gremi de Campaners cuando alertaron del estado de la centenaria pieza

El riesgo de "El Jaume" ya fue denunciado en 2004

La historia que hay detrás de lo que ocurrió el pasado día de Navidad en el Micalet, cuando la campana «El Jaume» se desplomó sin causar heridos, se va desvelando poco a poco, mientras Campaners de la Catedral mantiene un escrupuloso silencio. Por la denuncia presentada por Campaneros Artesanos Ibéricos ante la Fiscalía Provincial de Valencia, admitida a trámite tal como informó ayer en exclusiva Levante-EMV, se sabe ahora que Vicente Casañ, presidente fundador de Artesanos Ibéricos, ya denunció en 2004 la situación de «El Jaume» al mostrar al técnico especializado, el presidente actual de los campaneros del Micalet, Francesc Llop, «disconformidad con las decisiones técnicas adoptadas para el arreglo de las campanas y su forma de volteo y uso».

El Gremi de Campaners Valencians, que era como se llamaba la entidad que ahora preside Llop, hizo «caso omiso», siempre según la versión de Artesanos Ibéricos, de las advertencias «hasta ser separados de la asociación Gremi de Campaners Valencians en fecha 8 de diciembre de 2004 y creando con el resto de componentes otra asociación denominada Campaners de la Catedral». Este diario intentó ayer, en varias ocasiones, recabar la versión de Llop al respecto pero fue imposible.

Vicente Casañ informó tanto en el año 2004 como en 2013 tanto al Arzobispado de Valencia como a la diputación y a la Generalitat el estado «lamentable» del mantenimiento de las campanas «y de la pérdida de patrimonio que se estaba generando». El 17 de noviembre de 2004, la tesorera del Gremi de Campaners Valencians, asociación que por aquel entonces tocaban las campanas el Micalet, dimitió de su cargo «por desaveniencias con el resto de la junta directiva del Gremi, ya que estos «no invertían el dinero del mantenimiento en dicho fin sino que las partidas eran desviadas para otros quehaceres». Artesanos Ibéricos explica, en la denuncia presentada a la Fiscalía, que la tesorera en cuestión fue «testigo» de los hechos.

Esta presunta dejación de funciones por parte de los campaneros de la Catedral habría provocado el accidente en «El Jaume» los desperfectos que se pueden ver en las imágenes que ha facilitado el Arzobispado, que no ha permitido el acceso de los medios al campanario. En los últimos 25 años, «El Jaume», una campana que data de 1429, se ha sometido a varias intervenciones, como la colocación de herrajes hasta el brazo; la sustitución de las garras de la pieza; el cambio del badajo tradicional por uno de golpeo de punto fijo, que no es el adecuado para las campanas valencianas según Artesanos Ibéricos, o la instalación de tornillos de los ejes al revés del sistema tradicional.

La entidad que preside Casañ asegura que cuando se cambiaron las garras de la campana hubo que romper la pared original del Micalet, también protegida, de forma «que todos los cascotes y restos de albañilería para instalar las garras iban a parar encima de la campana, con riesgo de rotura» de la pieza por la caída de cascotes. Los cambios en el badajo, por su parte, pueden provocar «importantes roturas en piezas auxiliares». Los nuevos repiques presuntamente aplicados por Llop, además, provocan más desgaste en la campana, tal como ha contado este diario en varias ocasiones y tal como el mismo Casañ remite a la Fiscalía en la denuncia en la que además Artesanos Ibéricos informaba de qué empresas internacionales pueden hacerse cargo de la reparación de la campana y elaborar informes periciales si fueran necesario. El ministerio fiscal ha abierto diligencias y ha asignado mun fiscal instructor para que investigue el caso por un supuesto delito contra el patrimonio histórico.

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