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El Grau no consigue de Gobernación una negativa clara a las macrofiestas

La conselleria insiste en que está obligada a conceder las licencias si toda la documentación está en regla y anuncia una ley que otorgará competencias al ayuntamiento para que éste sea quien regule

Jesús Vicente Andrés, presidente de la Asociación de Vecinos de El Grau-Port, abandonó ayer la sede de la Conselleria de Gobernación sin arrancar una solución al problema que las macrofiestas generan en la zona. En la reunión mantenida con la secretaria autonómica del ramo, Asunción Quinzá, sólo sacaron en claro que si la empresa que organiza el Festival Mare Nostrum presenta toda la documentación en regla, están obligados a conceder el permiso. La licencia, en todo caso, no se expedirá hasta el último momento, tal como reconoció Quinzá. «Nos explicaron que ésta se suele conceder en las 24 ó 48 horas previas», señalaba Jesús. Acompañado por otro miembro de la AAVV, Vicente Lamas, ambos escucharon con incredulidad, después de una hora de encuentro, como los responsables autonómicos deslizaban la posibilidad de que el evento musical pudiera acabar no celebrándose. «Creemos que no se va a hacer, nos han llegado a soltar», apuntaba Jesús, quien no salía de su asombro al tratarse de una afirmación muy parecida a la que en su día les adelantó, el teniente de alcalde Alfonso Novo.

Desde Gobernación se les vino a decir ayer, además, que hay una ley en marcha para traspasar ese tipo de competencias „ dar el visto bueno a determinados actos„ al ayuntamiento. Sería entonces el consistorio quien, a través de las ordenanzas municipales, acabaría regulando la normativa pertinente. «Ahora en el ayuntamiento dicen que ellos no tienen nada que ver, y en Gobernación que sólo controlan el recinto y su entorno, el perímetro, pero que el resto del barrio no es de su competencia», lamentaban desde la asociación de vecinos.

Posturas muy enfrentadas

Como se recordará, la organización del Festival Mare Nostrum, trató de acercar posturas con los vecinos comprometiéndose a apagar la música a las doce de la noche y no a las dos de la madrugada, así como a incrementar los servicios de limpieza y recogida de residuos. En la reunión mantenida por las dos partes no se alcanzó ningún tipo de acuerdo mientras el macroconcierto lleva ya vendidas más de 26.000 entradas para los días 11 y 12 de julio, de ahí la desconfianza de los vecinos respecto a su anulación.

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