Lo encontró encima de una estantería, pero su lugar se ubica en la zona de cómics, junto al área infantil, en la biblioteca pública de Natzaret. El título le llamó la atención „«Manuel del Pajillero»„ y tras ojearlo se quedó escandalizado. Sin embargo, Manuel Sánchez decidió mirarlo con detenimiento, ante de exigir su retirada de la biblioteca pública del barrio. Conforme avanzaba en las páginas la idea de que ese libro no debía estar al alcance de los menores cobraba fuerza. Cuando concluyó la lectura, decidió acudir a la asociación de vecinos Natzaret Unida para que le ayudaran a instar al ayuntamiento a que retirara (o escondiera) ese ejemplar de los fondos públicos de la biblioteca del barrio o de cualquier otra que dependa del ayuntamiento.
El libro «Manual del pajillero» («Manuel du puceau», 2003; en España, 2010), de Riad Satou, narra la obsesión de un adolescente por el sexo. El protagonista es un joven escuálido, lleno de granos que sobrevive como puede a ese tramo de tiempo que oscila entre la infancia y la adolescencia. Quiere perder la virginidad, esa es su obsesión, y observa quien triunfa a su alrededor, además de recibir varios consejos. La crítica de Manuel Sánchez y de la asociación de vecinos Natzaret Unida se centra, principalmente, en esos textos. «Yo no puedo entender que un libro donde se dice, textualmente que 'Hay que ser violento con las chicas!, ¡les encanta!, ¡hay que hacerles daño! esté al alcance de los niños en una biblioteca pública. Los adultos pueden reirse al recordar la época que ellos vivieron cuando eran adolescentes, o pueden entender la ironía o algún tipo de mensaje que yo desconozco pero... a mí me parece una barbaridad. El libro muestra un trato denigrante hacia la mujer. Ese mensaje no puede llegar hasta los menores. No tiene sentido que se potencie una campaña publicitaria para que las adolescentes denuncien el maltrato y pongamos a disposición de los adolescentes un libro como éste», explicó ayer Manuel Sánchez, tras recalcar que a él, como adulto, el libro le ha parecido «vejatorio y sin ningún tipo de gracia ni de moraleja ni de enseñanza».
De la misma opinión son en la asociación de vecinos del barrio, donde se pusieron en contacto con el departamento que se encarga de las bibliotecas de la ciudad „dependiente de la concejalía de Cultura„ en aras de alertar del contenido del ejemplar y solicitar su retirada de la biblioteca o, al menos, de su ubicación actual. Dos meses después, el ejemplar se encontraba en el mismo sitio, «al alcance de cualquier niño o adolescente», sin respuesta alguna del ayuntamiento.
«Durante todo el libro las mujeres son tratadas como objetos pasivos. Es un libro que insta a consumir porros porque los que triunfan, lo hacen. ¿Ese es el mensaje que queremos transmitir a nuestros menores? Si un niño o joven va a la zona de cómics y lee el título seguro que lo coge porque es llamativo. ¿Y qué va a aprender? Es una edad complicada y hay que estar muy atentos», afirman.
