Alrededor de cuarenta sucursales bancarias no han pagado en el plazo previsto la tasa de cajeros automáticos impuesta por el Ayuntamiento de Valencia el año pasado. Cerca de 21.000 euros se han quedado, por tanto, sin cobrar, lo que obliga a la Concejalía de Hacienda a iniciar la vía ejecutiva, que empieza con recargos y puede llegar incluso al embargo.

La tasa afecta únicamente a aquellos cajeros que están en la calle. Según la zona donde se encuentren, deben pagar 592, 532 o 503 euros anuales.

El año pasado, primero de aplicación de esta norma, se emitieron 232 recibos a pagar a lo largo de todo el año. Y finalizado ese plazo, hubo entre sesenta y setenta sucursales bancarias que no respondieron.

Para acotar esos plazos y de esta manera obligar a los bancos a pagar con más diligencia, la Concejalía de Hacienda dispuso que este año se pagara al mismo tiempo que el IBI, es decir, entre el 1 de marzo y el 30 de abril.

En total se emitieron 226 recibos (seis menos que el año anterior) por un importe de 122.632 euros. Y a fecha 5 de mayo se han recaudado 101.794 euros, es decir, un 83% del total, quedando pendiente de recaudar 20.838, que es el equivalente a cerca de 40 sucursales bancarias.