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La Valencia de ayer

Origen de la ronda de tránsitos

Valencia contó entre el 1889 y 1972 con un trazado urbano para los carros que cargaban en el puerto

La avenida Peris y Valero en 1940. archivo rafael solaz

Todavía son muchas las personas que tienen grabada en su mente ­el paso de los carros por algunas de las grandes arterias de la ciudad. No lo hacían por mitad de la calzada, sino sobre unos carriles construidos ex profeso para la circulación de caballerías, que se distinguían del resto porque contaban con unos raíles de hierro o llantas „como si fueran las vías de un tren„, pero soterrados a la misma altura que el resto del suelo. Las ruedas de los carros circulaban por encima de estas guías evitando que se hundiera el pavimento, sobre todo en días de lluvia. El sistema, conocido como Camins de Ferro, fue pionero en España y casi en el resto del mundo, pues a finales del siglo XIX y principios del XX pocas ciudades del mundo habían desarrollado este ingenioso trazado.

Como recogen algunos blogs y diversos libros publicados, a finales del siglo XIX la ciudad de Valencia gastaba grandes cantidades de dinero en reparar el Camí del rao „hoy en día la avenida del Puerto„, que debido al gran tránsito de carros de mercancías procedentes del puerto. Sus pesadas cargas provocaban el paulatino hundimiento de los adoquines y el pavimento de la época, amén de la dificultad que represetaban los días de lluvia. Un funcionario municipal, Casimiro Messeguer, ideó entonces el sistema de carriles de hierro soterrados, por donde irían las ruedas de los carruajes.

En 1989 se aprobó el proyecto y se hizo una prueba que resultó plenamente satisfactoria, por lo que el Ayuntamiento de Valencia decidió en los años sucesivos extender esta red de camins de ferro por las principales vías de la ciudad. Se creó una ronda perimetral que avanzó, además, el futuro desarrollo urbanístico de la ciudad.

Además del Camí del Grao, se construyó un trazado que discurría por el antiguo camino de tránsitos (hoy en día Cardenal Benlloch) hasta el camino del Cabañal (Avenida Blasco Ibáñez), donde daba un pequeños salto hasta la calle de Gorgos.

La ronda de carros se fue extendiendo por las actuales avenidas de Primado Reig, Pesset Aleixandre, Campanar, Tirso de Molina hasta puente de Campanar. Desde ahí continuaba por Pérez Galdós hasta la calle Jesús, donde estaba ubicada la antigua estación de ferrocarril. La ronda también se construyó por la actual Peris y Valero y volvía a conectar con Cardenal Benlloch.

Un completísimo trazado perimetral que durante años se conoció como la Ronda de Tránsitos. Hay que reseñar que estos camins de ferro tenían un sistema de peaje para los carreteros, ya que evidentemente la circulación por los raíles era mucho más rápida y efectiva que por otros caminos de la ciudad.

Los carriles para carros estaban separados de los del tranvía y el resto de vehículos que poco a poco se fueron incorporando a la vida de la ciudad. A partir de 1960 la mayoría de los raíles instalando se fueron soterrando, hasta que en 1972 se dio carpetazo a este histórico sistema viario de la ciudad. En la calle Gorgos se conservan, sin señalizar, dos tramos de la antigua ronda de carros.

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