La vacuna de la tos ferina que se administra a los niños en cuatro dosis (2 meses, 4 meses, 6 meses, 18 meses) tiene muy poca capacidad inmunogénica, según declararon a Levante-EMV fuentes de todo crédito que aseguraron que tampoco el datos de la cobertura —que la conselleria dice que es superior al 95 %— es cierto, ya que este tipo de cifras se obtienen con un tipo de cálculo irreal. Todo esto explica la aparición de un brote en un centro escolar. A las dos circunstancias anteriores se suma el hecho de que durante los últimos veinte años tampoco ha habido una campaña de promoción de este tipo de vacuna que se administra en una triple formulación como la DTP, junto con la de la ditferia y el tétanos.

La aparición de un caso primario que ha provocado una veintena de contagios en un centro escolar se debe, precisamente, a todos estos factores que propician que haya grupos —cohortes— de personas no protegidas frente a la bacteria que pueden facilitar la propagación de la enfermedad.

La vacuna dejó de ser efectiva cuando se modificó la que había por una nueva a partir de una técnica genética acelular.

El cambio se realizó porque la vacuna original ocasionaba molestias y dolor en los niños —generaba mucha reacción local— que duraba varios días y para evitar que muchos padres dejaran de ponérsela a sus hijos, como empezó a ocurrir. p. g. b. valencia