La reforma realizada en la antigua sede del Impiva, en el número 6 de la plaza del Ayuntamiento, para la apertura de una conocida franquicia valenciana de artículos del hogar y complementos ha dado al traste con los interiores de estilo «art decó» de este edificio catalogado y construido por Cayetano Borso di Carminati bajo las directrices del racionalismo y según la estructura de los primeros rascacielos. Este arquitecto, autor en la misma plaza del Ayuntamiento de los cines Rialto o del edificio de Bombas Gens, en la avenida Burjassot, construyó este edificio en 1934 del siglo pasado por encargo de la Tomás March, un industrial del mueble que instaló en las plantas bajas el almacén y las oficinas y en las superiores las viviendas familiares.
La Generalitat adquirió el edificio March en los años 80 para instalar la sede del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva). El edificio tuvo que acondicionarse al uso y para ello se convocó en 1984 un concurso de ideas del que resultó ganador un equipo liderado por el arquitecto Jaime Prior. La intervención, recuerda el actual presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Castelló y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, fue sumamente cuidadosa para no desvirtuar la esencia y decoración original del edificio, en la que destacaban, entre otros, las carpinterías, los falsos techos a diferentes niveles con iluminación de esferas y la decoración «art decó» de las plantas baja y el entresuelo. Estos elementos se habrían perdido en la remodelación que se ha llevado a cabo.
El autor de la reforma de los años 80 del edificio March advierte de la desaparición de todos los elementos originales en las plantas baja y entresuelo. Lo que más preocupa a Prior, sin embargo, es el alcance que haya podido tener la intervención en la planta primera, la zona noble, donde estaban las oficinas y en la que se conservaban elementos de gran valor como los suelos cerámicos diseñados por Borso di Carminati de la sala de reuniones o un mural cerámico de Safont.
El edificio Tomas March/Impiva está situado entre la plaza del Ayuntamiento y la calle Barcelonina, en el centro cívico y representativo de la ciudad donde se encuentran diversos edificios públicos y surgido a raíz del derribo del convento de San Francisco. Un espacio que adquirió sus alineaciones actuales tras la reforma impulsada en los años 30 del siglo pasado por el entonces el arquitecto municipal Javier Goerlich.
El edificio March tiene ocho alturas, con dos viviendas por planta, y está rematado por una torreta. Exteriormente se distinguen tres cuerpos. La planta baja y el entresuelo-zaguán destinado en su día a exposición de la casa de muebles con destacables ornamentaciones decó. El segundo cuerpo está formado por las plantas de pisos y el último formado por el remate en torre que enfatiza la verticalidad del edificio.
El edificio March estaba catalogado con protección integral general y en la revisión del PGOU y del catálogo de bienes inmuebles se le asignó protección de nivel 2, lo que obligaría a mantener la fachada y los elementos estructurales interiores, como escaleras, vanos y forjados. La intervención en la antigua sede del Impiva cuenta con licencia municipal de octubre del año pasado e informe favorable de 27 de noviembre de 2014 de la Comisión Municipal de Patrimonio. La licencia de cambio de uso, reforma y habilitación de planta sótano, planta baja y entresuelo fue solicitada por la empresa Clave Denia S.A.
El concejal de Licencias, Félix Crespo, aseguró ayer que la intervención cuenta con los informes preceptivos y licencia de obras, no obstante, avanzó que los inspectores, pese a no constar ninguna denuncia en el consistorio, harán comprobaciones de la reforma realizada en el edificio March.
