Las comisiones negociadores de Compromís y Valencia en Comú han acordado algunas medidas de emergencia social para implantar durante los cien primeros días de gobierno, en el marco de las reuniones que han desarrollado para configurar una mayoría de progreso para gobernar el Ayuntamiento.

En un comunicado conjunto, han informado de que, entre otras medidas, contemplan desarrollar una auditoría ciudadana de la deuda del consistorio y una revisión de los contratos del gobierno local con empresas, para hacer un seguimiento de su cumplimiento, así como activar medidas contra la corrupción y por la transparencia.

Además, han apostado por la paralización de los desahucios en la ciudad, y por trabajar para garantizar una vivienda digna a las personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar, con medidas como la constitución de una mesa de negociación con las entidades bancarias.

De la misma manera, ambas partes han coincidido en la necesidad de garantizar el suministro de servicios básicos como son el agua, el gas y la electricidad a cualquier persona y, en el caso de los menores, la garantía de que se les procurará una correcta alimentación a los niños y niñas, y adolescentes bajo el umbral de la pobreza en estos momentos.

La hora de ruta acordada por ambas formaciones, en sintonía con lo expresado por sus respectivos candidatos, Joan Ribó (Compromís) y Jordi Peris (Valencia en Comú), pasará los próximos días por el desarrollo de un programa conjunto y posteriormente, por estudiar una estructura de gobierno municipal capaz de llevarlo a cabo con éxito.

Ambas formaciones han coincidido en descartar el clásico "reparto de cromos", así como las áreas de gobierno entendidas como "reinos de taifas".

Tanto Compromís como València en Comú han puesto de manifiesto su coincidencia en un proyecto integrado de ciudad, planteado desde las opciones políticas que recogen el voto de cambio en Valencia, han explicado.