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La Valencia que viene

Ribó prepara una "ciudad libre de espectáculos con animales"

No prohibiría los toros, pero les quitaría la condición de BIC y las subvenciones públicas - Prevé más zonas de esparcimiento para los perros y les permitiría viajar en transportes públicos

Ribó prepara una "ciudad libre de espectáculos con animales"

Mal lo van a tener en Valencia quienes no respeten las condiciones de vida y la propia vida de los animales. El futuro Gobierno de la ciudad, que con toda probabilidad encabezará Compromís, declarará Valencia «ciudad libre de espectáculos con animales», es decir, ferias, circos y otros espectáculos que comporten maltrato animal. No habrá, sin embargo, prohibición de los festejos taurinos, una fiesta que, eso sí, podría dejar de ser Bien de Interés Cultural (BIC) y dejaría de recibir subvenciones públicas.

Cuando este periódico interpeló a los candidatos a la alcaldía de Valencia sobre sus gustos personales, todos ellos mostraron su rechazo a la fiesta nacional o al menos demostraron poco interés por la misma. Sólo Rita Barberá dijo ir alguna vez a los toros. Avanza, además, la defensa de los animales, traducida en la aparición de numerosas organizaciones y campañas de carácter animalista. De ahí que Compromís, una organización manifiestamente ecologista, introdujera en su programa un apartado dedicado a esta cuestión.

«Para nosotros los animales importan y mucho», aseguran en su programa, cuya primera medida es declarar Valencia «ciudad libre de espectáculos con animales». En estos espectáculos incluye zoológicos, ferias, circos etc. y se trata de garantizar el respeto a los animales no sólamente durante las actuaciones, sino también en las condiciones en las que viven, su alimentación, transporte etc.

En el programa no se hace una mención expresa a las corridas de toros, pero el probable alcalde, Joan Ribó, ya ha dado una opinión clara al respecto. A su juicio, los festejos taurinos no puede mantener la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), recientemente concedida por el Gobierno del PP. Y tampoco pueden disfrutar de subvenciones públicas para su organización. No obstante, no es partidario de prohibir los toros. «A mi no me gustan, pero hay gente que le gusta, por tanto seremos respetuosos», dijo Ribó, que añadió, en cualquier caso, que «a quien les guste que se lo pague».

Al margen de los toros, la mayor parte del programa de Compromís en su apartado de animalismo va dirigido a las mascotas: perros y gatos. Así, garantiza unas instalaciones adecuadas para los animales abandonados, abundando en el concepto de «protectora» antes que el de «perrera». Por supuesto, sin sacrificios.

También prevé campañas de esterilización felina y canina para las mascotas caseras y para las colonias que viven en la calle. Para potenciar este último trabajo está previsto habilitar voluntarios, con un carné de persona colaboradora y curso formativo, que se encarguen de proteger, alimentar, curar y ejecutar el plan de esterilización.

Por último, hay dos medidas de calado social, de esas que permiten reconciliar a los vecinos con los animales. La primera es ampliar los espacios públicos donde puedan hacer sus necesidades fisiológicas los perros. La otra es permitir el transporte de animales en los medios de transporte público. Se trata de una cuestión asumida en las grandes ciudades de Europa para la que bastaría con la fijación de unas normas mínimas de convivencia.

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