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La tradición en el relevo

La galería de alcaldes aguarda a Rita

La corporación entrante, cumpliendo la tradición, costeará el retrato de la alcaldesa pintado por el artista que ella elija

La galería de alcaldes aguarda a Rita

­Rita Barberá, la que ha sido durante un cuarto de siglo alcaldesa de Valencia, hasta convertirse casi en icono de la ciudad, podrá, si no renuncia a la tradición, encargar su propio retrato, financiado con cargo a las arcas municipales, para la galería de alcaldes del ayuntamiento. La alcaldesa asegura que no tiene pintor de cámara y que no ha decidido a quién hará el encargo. Algo que sí ha hecho el presidente saliente de las Corts, Alejandro Font de Mora, quien ya ha colgado su retrato „obra de un pintor amigo„ en la galería de ex presidentes. Quienes conocen a Barberá creen que la regidora optará por un retrato de corte clásico „posiblemente vestida de rojo, su color fetiche„.

El retrato de Barberá se incorporará a una galería de ilustres formada por casi 30 retratos. La decisión de inmortalizar a los ilustres dirigentes de la ciudad „que ha tenido 48 alcaldes„ se tomó por acuerdo de la corporación a principios del siglo XX. De ahí que algunos de sus protagonistas no tengan retrato.

La última en sumarse a la galería de alcaldes del Ayuntamiento de Valencia fue la socialista Clementina Ródenas, que eligió como telón de fondo tres monumentos simbólicos: el Miguelete, las Torres de Serranos y el convento de Santo Domingo. El retrato de Ródenas „que se resistió varios años a formar parte de la galería„ lo firma Rafael Armengol.

Su antecesor en el cargo, Ricard Pérez Casado (1979-1989), cuyo cuadro fue uno de los más caros, optó por un retrato de busto de fondo neutro que da protagonismo sobre todo al personaje. El cuadro lo pintó Antonio Miró y no estuvo terminado hasta 2002.

Los retratos de Ródenas y Casado están en el pasillo de la sala de reuniones de alcaldía. Y es que por una cuestión de espacio la galería está repartida en varios pasillos. En concreto, recorre los de la zona de Alcaldía, el Salón de la Junta de Gobierno y el servicio de Protocolo.

Los complementos, atributos y fondos de los cuadros pueden llegar a decir mucho de los retratados. Así Miguel Ramón Izquierdo, el último alcalde franquista de Valencia, se hizo retratar con uno de los puentes históricos del Jardín del Turia de fondo para reivindicar que durante su mandato se cedió a la ciudad el cauce del Turia. La idea inicial era convertir el lecho seco del río en una autopista urbana. Sin embargo, la presión vecinal y social hizo que finalmente se convirtiera en el actual Jardín del Turia.

Otros retratos no destacan tanto por sus atributos como por su ubicación. Es el caso del alcalde republicano José Cano Coloma, que fue primer edil entre marzo de 1936 y febrero de 1937, que está flanqueado por una talla de la Virgen de los Desamparados, para recordar que el mismo salvó la imagen de la patrona que se ve en el altar mayor de la Catedral durante la Guerra Civil.

Ricardo Samper Ibáñez, Joaquín Manglano „barón de Cárcer, que se hizo retratar con uniforme militar y aristocrática pose„, Vicente Lambies y Manuel Gisbert son de los primeros ediles que posaron para la posteridad.

Milagros del Remedio, Enrique Senis, Romero Orozco y Alex Alemany son algunos de los pintores que retrataron a los alcaldes valencianos.

La galería de alcaldes ha permanecido estos días cerrada por obras.

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