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Recortes

La nueva corporación arranca sin la comida de confraternización

Los concejales optan por improvisar encuentros en familia tras el pleno de constitución del ayuntamiento en aras de evidenciar «el fin de los excesos»

La nueva corporación arranca sin la comida de confraternización

Se acabó al comida de confraternización. Y es que esa era la manera con la que arrancaban los diferentes mandatos al menos desde que en 1991 Rita Barberá asumiera la vara de mando del Ayuntamiento de Valencia. Se trataba de una comida en el denominado Casal d'Esplai del Saler „un albergue municipal rehabilitado a partir de las ruinas de un antiguo cuartel de carabineros„ que consistía en una paella al aire libre y unos entrantes considerados austeros, al incluir ensalada y, como mucho, «esgarraet» o «pulpitos». De hecho, ese fue exactamente el menú de hace cuatro años. EU fue el único grupo municipal que no acudió a una cita prevista, en principio, para iniciar el mandato con un encuentro de proximidad entre los concejales de los diferentes grupos políticos. El ambiente entre los grupos de la corporación era, eso sí, bien diferente.

El ayuntamiento se hacía cargo de la factura desde el servicio de Protocolo, y aunque desde el PP recalcaron ayer que el gasto era «mínimo», resulta impensable para aquellos grupos políticos que han criticado las épocas de «excesos», las facturas «desorbitadas» y las «comilonas innecesarias». Comenzar el mandato con una comida institucional no parece la mejor forma de predicar con el ejemplo. Por ello, en la última Junta de Portavoces se decidió, por unanimidad, poner fin a esta comida institucional y que cada grupo o concejal hiciera lo que creyera más conveniente. A excepción del PP, que tiene claro que visitará a la Mare de Déu dels Desemparats tras el pleno y luego comerán todos juntos, el resto de grupos ha decidido pasar la jornada con sus respectivas familias ya que «tenemos claro que durante esta legislatura les dedicaremos menos tiempo del que nos gustaría». Esta idea se repitió en todos los grupos, sin excepción.

Sobre la marcha

Ahora bien, los grupos han decidido improvisar sobre la marcha, sabedores de que el pleno concluirá sobre las 13 o 13.30 horas y de que no han realizado reserva en ningún restaurante. Tanto Joan Ribó (Compromís) como Joan Calabuig (PSPV) tiene claro que, en principio, comerán en su casa, con sus familias. A Fernando Giner (Ciudadanos) le gustaría tener algo de tiempo para fotografiarse con su madre María del Carmen, con su mujer y con sus cuatro hijos en el hemiciclo «en un momento «histórico» y celebrarlo junto a sus compañeros con un aperitivo. Lo que tiene claro es que haga lo que haga «en Ciudadanos siempre pagamos "a escote"». En Valencia en Comú improvisarán una jornada donde sí o sí «estaremos muy pendientes de nuestras familias».

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