Casi a la misma hora que el alcalde de Valencia, Joan Ribó, pedía a los agentes de la Policía Local una vocación «más educadora» para que los vecinos les perciban como un cuerpo «amigable y que ayuda» para erradicar la imagen de que solo «ponen multas», un agente municipal aplicaba a rajatabla la ordenanza municipal de ocupación del dominio público. Ocurrió ayer a mediodía en la calle del Micalet; un joven cantaba con su guitarra española en uno de los bancos pegados a la Seu cuando un policía se le acercó y le sancionó al no contar con el permiso para actuar como estipula la nueva normativa aprobada por el PP en 2014.
El chico, que se llama Isidro Sánchez y es de Alaquàs, aseguró a Levante-EMV que estaba esperando a su novia y no pedía dinero por su improvisada actuación. Pese a las explicaciones, el policía fue inflexible y le multó aunque sin importe, ya que será el Servicio de Procedimiento Sancionador el que determine qué cantidad se le debe imputar.
Valencia, a diferencia de la ordenanza de Madrid, no hace exámenes a los artistas que actúan en la calle, pero éstos sí que deben solicitar un permiso. El consistorio del cap i casal ha creado dos zonas para las personas que quieren ejercer teatro, música y pintura o dibujo: el centro histórico y el resto de la ciudad. Según estipula la norma municipal, el ayuntamiento dará un máximo de 240 autorizaciones al trimestre, 120 por zona.
Entre las obligaciones de los artistas están las de respetar la hora de la comida y la siesta. Así no podrán actuar de 14 a 17 horas. Tienen libertad para instalarse donde quieran, pero no pueden estar en el mismo sitio más de una hora. Tampoco podrán pedir dinero de forma activa aunque sí podrán poner recipientes para recoger la voluntad del público.
Isidro Sánchez explicó a este periódico que le pedirá al nuevo alcalde la revocación de la multa y que se sea más tolerante con los artistas callejeros que no tengan fines lucrativos. Las sanciones pueden ir desde los 750 euros por falta leve hasta los 3.000 por falta muy grave.
Sancionado por aparcar bien
Por otra parte, el Ayuntamiento de Valencia devolverá los 250 euros del importe de la multa que había impuesto a una persona discapacitada a la que había sancionado por estacionar en una zona reservada para discapacitados con una tarjeta que, a juicio de las autoridades, no era la reglamentaria ya que estaba expedida en Utiel. El consistorio, al no cobrarla, embargó la cuenta de la que es titular su madre, de 80 años. El usuario acudió a Síndic de Greuges, que ha logrado la retirada de la sanción.
