El posible comprador del trinquet de Pelayo, el empresario José Luis López „el único que ha dado un paso adelante en este sentido„, envió una misiva el pasado viernes al actual propietario de la legendaria instalación, Jaime Amorós Arnau, solicitándole «un último intento» para llegar a un acuerdo para la venta del recinto deportivo, al tiempo que le advertía de que, si mostraba una «postura intransigente en el tema económico» por su parte o por la del actual arrendatario, Arturo Tuzón, se olvidaría por completo del proyecto. López, en la carta que ha tenido acceso Levante-EMV, asegura que la única intención que le mueve «es dejar una cancha a los aficionados a este deporte». Según ha podido saber este periódico, el empresario se comprometería, tras la compra, a ceder el trinquet a la Federación de Pilota.

La respuesta de Jaime Amorós, catedrático valenciano que reside actualmente en Santander, ha sido la de pedir una copia de la licencia de actividad de la empresa «Trinquet de Pelayo», que gestiona de Arturo Tuzón. En declaraciones a Valenciaplaza.com, el propietario dijo ayer que la negociación «está estancada». Al parecer exige 500.000 euros por el reciento en lugar de los 400.000 que le ofrece López.

Tuzón, con edad próxima a la jubilación, lleva tiempo con la idea de traspasar la gestión del trinquete dada su nula rentabilidad en las circunstancias actuales. Levante-EMV fue el primer medio, en las navidades de 2014 que puso encima de la mesa las negociaciones que en aquellas fechas parecían a punto de cerrarse. Las cosas se han complicado. Antes de las elecciones ya hubo reuniones entre la nueva sociedad interesada en su gestión , impulsada por el empresario José Luis López, y los representantes de la que se suponía que sería fuerza alternativa a la del PP. En aquella reunión, con la presencia de Antonio Orts, uno de los hombres fuertes del PSPV en materia deportiva, celebrada en Casa Roberto se certificó el futuro apoyo de la corporación socialista en caso de cambio de gobierno. Los nuevos gestores querían contar con la subvención que desde hace años se otorgaba al Club de Pelayo. Se daba por hecho que la fuerza política de Compromís estaría con este deporte: a fin de cuentas, Enric Morera, socio fundador de Frediesport, es hombre especialmente vinculado a este deporte en su vertiente profesional.

El vuelco político en el ayuntamiento y el compromiso con todo lo relacionado con la identidad valenciana ha acrecentado el interés por salvar este recinto, verdadero emblema del deporte propio de los valencianos, ya, que, como este periódico ha reivindicado desde hace años, se trata de uno de los recintos deportivos más antiguos de Europa, en uso cotidiano, sólo superado por el esferisterio de Alba, en el Píamonte italiano.