«Es el padre, junto a otros cuatro amigos, del expediente que llevará a la fiesta de las fallas valencianas a ser incluidas en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco». Este elogio lo decía ayer el ya ex vicepresidente primero Jorge Guarro del nuevo secretario general de la Junta Central Fallera, José Martínez Tormo. Y también ayer Pere Fuset destacó esa declaración internacional como uno de los grandes objetivos de la legislatura, más allá del hecho de que el proceso está ya encauzado y, aunque se ha dilatado más de lo esperado, caerá de lleno durante el mandato de Compromís. Esta proclamación y la promoción exterior es uno de los pilares sobre los que gravitará una importante parte de la gran gestión del nuevo gobierno fallero, tanto desde la Junta Central Fallera como desde el ayuntamiento.

El nuevo secretario general empezó ayer a tener reuniones con miembros de la Junta Central Fallera a los que conoce sobradamente. Pidió unos días para ponerse al día, aunque el trabajo le llega muy rápidamente: tiene que organizar los jurados para las preselecciones de la corte de honor que le soliciten. Existe la costumbre entre secretarios generales salientes de entregarse una carpeta con los nombres de posibles candidatos. Ayer, Martínez Tormo reconocía que, de cara a las preselecciones, la composición de los jurados no van a sufrir ningún tipo de gran revolución entre sus componentes.

Una vez pasado el proceso de julio, en septiembre llegará la elección final que, en principio, se seguirá celebrando en el pabellón de la Fuente de San Luis.

Conflicto en Relaciones Públicas

Más allá de la secretaría general, la primera delegación que se pone en marcha y hoy mismo es la de relaciones públicas, puesto que la fallera mayor de Valencia, Estefanía López tiene que asistir al Open de Truc Víctor Monzón de la plaza del Pilar. La vicepresidenta del área, Merche de la Guía, se ha encontrado posiblemente con el mayor foco de conflicto. Varios miembros de la delegación han mostrado su desagrado por el hecho de que la anterior vicepresidenta, Cristina Estévez, no continuara al frente de la misma y los hay que han mostrado su renuncia a continuar. Incluso a través de redes sociales hubo duros reproches hacia el nuevo presidente.

Ahora falta por constatar si esto es fruto del «calentón» y si las cosas vuelven a una cierta normalidad. Lo que aseguraba ayer la nueva vicepresidenta es que el servicio de acompañantes para el fin de semana estará más que cubierto y que será ella quien vaya hoy con la fallera mayor.

La Interagrupación, satisfecha

Por otra parte, la Interagrupación de Fallas mostró ayer su respaldo al nuevo equipo directivo al incluir personajes conocidos en el mundo de las fallas. Pere Fuset se ha comprometido a reunirse con ellos este mismo mes de julio.

Lo Rat Penat, conflicto a llegar

Y más allá de la Junta Central Fallera, uno los aspectos más complicados dentro de la relación con los agentes sociales de la fiesta en la nueva etapa va a ser el concurso de «llibrets» de Lo Rat Penat, un certamen que cuenta con el apoyo y patrocinio del ayuntamiento y cuyos galardones son entregados durante la matinal del 17 de marzo junto con el resto de premios de la Junta Central Fallera.

Se trata de un concurso de poesía que choca muy abiertamente con los postulados lingüísticos de Compromís. Ya cuando todavía ejercía de candidato a fiestas, el ahora edil de mercados Carlos Galiana reconocía que el concurso, tal como está planteado, resulta incompatible con ellos. Pero al tratarse de un concurso muy arraigado en las comisiones, el ayuntamiento se quedaría en la difícil tesitura de qué hacer: si convocar su propio concurso para la ciudad —seguramente, condenado al fracaso en participación— que se siguiera celebrando el de la entidad cultural, pero desvinculada del gobierno municipal o tratar de llegar a un entendimiento.